El papa Francisco desestimó la invitación cursada por el presidente Michel Temer para que visitara Brasil en ocasión del aniversario 300 de la aparición de la imagen de Nuestra Señora Aparecida, se supo hoy aquí por reportes de prensa.
De acuerdo con una información difundida por Globo News, y atribuida al periodista Gerson Camarotti, el Sumo Pontífice alegó tener una agenda intensa, lo cual le impediría viajar a esta nación suramericana en octubre próximo. Camarotti dijo que en la carta dirigida a Temer, y sobre la cual escuchó relatos de personas que tuvieron acceso a su contenido, el Papa manifestó además su preocupación con la situación política por la que atraviesa el país y que en su opinión no es de fácil solución porque tiene raíces socio-político-económicas.
No corresponde a la Iglesia ni al Papa dar una receta concreta para resolver algo tan complejo, escribió. Siempre según la propia fuente, Francisco subrayó que no deja de pensar en tantas personas, sobre todo los más pobres, que muchas veces se ven completamente abandonados y suelen pagar el precio más amargo y desgarrador de algunas soluciones fáciles y superficiales para crisis que van trascienden la esfera meramente financiera. No podemos seguir confiando en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado, alertó el Sumo Pontífice.
En un tono crítico con el plan de ajuste aplicado por Temer, el Papa sostuvo que son los «pobres quienes muchas veces se ven completamente abandonados y suelen ser los que pagan el precio más amargo de algunas soluciones fáciles y superficiales para crisis que van mucho más allá de la esfera meramente financiera».
«Sé bien que la crisis que enfrenta el país no es de simple solución, pero no puedo dejar de pensar en tantas personas, sobre todo en las más pobres», subrayó Francisco.