Valparaíso. Estalló la crisis en el Consejo Regional de Monumentos Nacionales. «No va más», fue la frase que resumió el aburrimiento, los desprecios sufridos desde el Gobierno central; que provocaron que los representantes locales congelaran su funcionamiento, a la espera del pronunciamiento de la Ministra de Educación, Yasna Provoste.
Los integrantes del Consejo representan a las principales instituciones públicas y privadas de la zona. Sienten que la situación es un retroceso en la política nacional de descentralización.
¿Qué pasó?
Los consejeros, reclaman la excesiva burocracia que está implementando el Consejo de Monumentos Nacionales, en Santiago. Esto, hace que los proyectos que son analizados en Valparaíso, pasen por una larga travesía, en el nivel central. Pero dicen, aún, no se respeta la decisión regional en la evaluación de los proyectos de impacto patrimonial. Como ejemplo, afirman que hace un par de meses solicitaron la visita del secretario ejecutivo del Consejo Nacional. Nunca llegó. «Nosotros fuimos a hablar hace cuatro meses con el secretario ejecutivo. Le dijimos que queríamos tener una actividad mucho más respetada y quedó él de venir a Valparaíso para resolver los temas. Como no hubo respuestas, en la última sesión acordamos que dejamos de sesionar hasta que venga a conversar con nosotros», preció Nelson Morgado, miembro del Consejo Porteño.
Para este arquitecto, la actidud desde Santiago es una “afrenta” a la región. “Es un retroceso al proceso descentralizador, ya que es una de las instancias de mayor nivel de la región, donde participan las cuatro universidades, la Armada y el obispado, entre otros”, manifestó el ex gobernador Luis Bork. «Este tema de la descentralización no ha funcionado. En Valparaíso somos consejo asesor y no resolutivo: todo se resuelve en Santiago. El tema se venía viendo desde hace bastante tiempo e hizo crisis. Realmente se necesita un pronunciamiento nacional para ver qué pasa con los consejos regionales», dijo la consejera Paulina Kaplan.
Al parecer, se está en presencia de una enérgica fuerza centralista que evita la participación ciudadano local. La instancia ya se había debilitado, porque a las reuniones tampoco asistía el intendente Iván de la Maza, quien es el presidente de este Consejo.
Ya hay voces alzadas en la comunidad porteña. Kuka Quezada, de Attac Valparaíso, manifiesta su temor por el centralismo que la ciudad está presenciando, sobre todo en un tema donde esta comuna presenta una situación crítica, que requiere la acción eficiente y rápida de organismos como el Consejo de Monumentos Nacionales.
Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional de la Cultura, Paulina Urrutia, hace pocos días, manifestó reparos al funcionamiento de la sede de esa institución en Valparaíso; pues según dijo, la lejanía impide los traslados frecuentes. Esta decisión pasa por alto la ley 19.891 del año 2003 que estableció la sede en esa ciudad, como una forma de descentralizar algunas instituciones nacionales. También anunció que se resolvió trasladar a Santiago el Fondo Nacional para el Desarrollo de las Artes y los consejeros nacionales del libro y de la música.
Los representantes del Ministerio de Educación y Cultura, no han dado señales sobre la situación del Consejo de Monumentos porteño. Tampoco han respondido los reclamos, de la región ni han asistido a las reuniones programadas; acciones que son consideradas por la comunidad como desconsideradas y poco ocupadas de los intereses ciudadanos. Los consejeros regionales esperan respuestas.
El Consejo de Monumentos Regionales se constituyó por la voluntad de ciudadanos, bajo el alero de la directora de la Dibam, Marta Cruz Coke. Su objetivo fue proteger el patrimonio ante proyectos que impactan el medio ambiente y el espacio urbano.