Este domingo hubo una nueva eliminada en «Doble Tentación», se trata de Ámbar Montenegro, quien dentro del encierro tuvo varios problemas con Angie Jibaja, debido a que la modelo ecuatoriana era la que debía «jotear» a Felipe Lasso, pareja de la actriz peruana.
Debido a esto, Jibaja vivió varios procesos de histeria y peleas con su pareja y con Ámbar lo que la ha llevado a tener varios detractores.
Luego de su salida, Ámbar fue invitada al programa web, «10 cosas de Mega», donde se encontró con su pareja, Michael Murtagh. Además de su reencuentro, la modelo habló sobre su paso por el reality y las peleas que tuvo con Angie debido a Felipe.
Y uno de los momentos más tensos del programa fue cuando Eugenia Lemos le mostró un video en donde aparece Angie Jibaja enviando ácidas palabras. Primero cuando se le preguntó si tenía que decir algo bueno sobre Ámbar, Angie guardó un rotundo silencio.
Luego, cuando se le preguntó lo que no le gustó, la actriz peruana respondió «todo» y añadió: «Que sea tan hiriente, que no tenga escrúpulos, que haya venido con la disposición de actuar como una mujer que no tiene principios ni valores, que es capaz de llegar a lo más bajo para saciar su trabajo, su sed de ser la ‘jote’ y que el tentado caiga en su trampa. Como mujeres nos entendemos de alguna forma y hay formas y formas de jotear, y como el programa lo ameritaba, eran actividades y todo con respeto, pero creo que las cosas se pasaron más allá de eso y creo que una persona que no tiene corazón para poder desmoronar una relación de cuatro años con una familia. Creo que por más que tenga buenas cualidades, para mí están completamente tapadas, no las veo, no veo sus buenas cosas porque a mí me hizo mucho daño».
Ante estas palabras, Ámbar simplemente se limitó a contestar: «la patada te duele depende del burro que te la de. No hay más que responder a eso, o sea, dime quién eres y te diré de qué careces, tampoco vengas a hacerte la digna porque no eres Dios, también tienes un pasado que te arrastra. No voy a responder nada más porque no me llega ni a los talones».