Organismo contra armas químicas pide que se juzgue a autores ataques en Siria

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) apoya la reclamación de la comunidad internacional de que los responsables de los ataques químicos en Siria a principios de este mes sean «llevados ante la Justicia», dijo hoy su director general, Ahmet Üzümcü

Organismo contra armas químicas pide que se juzgue a autores ataques en Siria

Autor: Jose Robredo

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) apoya la reclamación de la comunidad internacional de que los responsables de los ataques químicos en Siria a principios de este mes sean «llevados ante la Justicia», dijo hoy su director general, Ahmet Üzümcü.

Üzümcü recordó, durante el vigésimo aniversario de la organización, que la colaboración de los Estados Partes es «crucial para abordar los retos a los que se enfrenta la OPAQ», y dijo que ha sido en Siria donde la organización se ha encontrado «con sus mayores retos».

El director de la OPAQ recordó que el trabajo de su organización en ese país «no ha terminado todavía» y apoyó la reclamación «de la comunidad internacional» de que los perpetradores del ataque a principios de este mes con armas químicas en el norte de Siria «sean llevados ante la Justicia».

Asimismo, dijo que la organización debe seguir trabajando para poder destruir todas las reservas de armas químicas que existen en el mundo e invitó a los cuatro países que aún no son miembros de su convención fundacional (Egipto, Israel, Corea del Norte y Sudán del Sur) a que se adhieran a la organización.

El secretario general de la ONU, António Guterres, que intervino a través de un corto vídeo, describió como «un trabajo de éxito» los veinte años de la OPAQ y calificó de «horribles» los recientes ataques químicos en Siria, de los que aseguró que «no puede haber impunidad para sus responsables».

Por otro lado, el presidente de la Conferencia de Estados Partes, Christoph Israng, dijo que «todo debe ser hecho para investigar esos incidentes que hirieron y mataron a civiles y a niños el pasado 4 de abril y traer a sus responsables ante la Justicia».

Israng calificó también como «amenaza» que actores no estatales de la escena internacional puedan tener acceso a armas químicas, en referencia al grupo terrorista Estado Islámico (EI), que actúa tanto en Libia como en Siria.

Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, dijo en un comunicado que lo ocurrido en la ciudad de Jan Shijún el 4 de abril «nos recuerda una vez más la importancia de completar plenamente la Convención Química de Armas y el importante papel de la OPAQ».

Tras las intervenciones en la ceremonia en La Haya, el rey Guillermo Alejandro de Holanda y el director general de la OPAQ descubrieron una placa conmemorativa del vigésimo aniversario.

La OPAQ nació en 1997 con el objetivo de implementar la Convención sobre las Armas Químicas, que entró en vigor 180 días después de que 65 países lo ratificaran.

Esta convención tiene como antecedente la Conferencia de Desarme de Génova de 1978, en la que se estableció un grupo de trabajo para discutir sobre armas químicas, a partir del cual estadounidenses y soviéticos llegaron a acuerdos para reducir la capacidad de sus arsenales químicos.

Entre las labores de la organización se encuentra la verificación de la destrucción de las armas químicas existentes, la vigilancia de que algunas actividades de la industria no se usen para fabricar armas químicas, asistir a los Estados Miembros que fuesen atacados o amenazados y promover la cooperación internacional.

Según datos de la OPAQ, aproximadamente el 95 % de las reservas de las armas químicas declaradas por sus Estados miembros han sido eliminadas bajo su supervisión.

Su trabajo fue reconocido por la comunidad internacional en 2013, cuando ganó el Nobel de la Paz por su labor en la destrucción de las armas químicas en el mundo y su papel en el conflicto de Siria.

Ese año, la OPAQ aprobó un plan para sacar del país y destruir 1.000 toneladas de agentes tóxicos mortales, que incluían gas sarín y gas mostaza.

No obstante, consideró «irrefutable» que a principios de este mes se produjo un ataque con gas sarín o de una sustancia familiar en el norte de Siria en el que murieron decenas de personas.

La misión de la organización internacional sobre el terreno sigue buscando evidencias, recabando muestras y realizando entrevistas a testigos, pero no se ha pronunciado sobre la autoría del ataque.

La oposición al régimen sirio denunció como responsable al presidente Bachar al Asad, mientras que el ejército aseguró que la masacre se debió a un bombardeo de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, en un almacén donde habría sustancias químicas almacenadas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).


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