“El dinero no hace la felicidad”, es una frase tan típica y cliché que seguramente te tiene aburrido. Y claro, si la lees todos los días en artículos, comentarios de Facebook, mensajes de psicólogos, y columnas de políticos, claramente agota. Sin embargo, la oración tiene bastante de cierto. Muchas personas se encaminan hacia el éxito laboral y económico creyendo que allí encontrarán la felicidad. Es falso, pero seguramente eso también lo sabías.
Lo que, sin embargo, estoy seguro que nunca habías escuchado, es que dos padres multimillonarios le digan a sus hijos que, en realidad, ellos son pobres. ¿Hace sentido?
Pues, si pensamos en todo lo que a veces cuesta ganarse las cosas, claro que lo hace. Son infinitos los niños que crecen convencidos de que el dinero aparece por arte de magia y, cuando llega el momento de trabajar, todo se vuelve muy frustrante.
En un contexto de vida como el que tienen Mila Kunis y Ashton Kutcher, donde abundan los autos lujosos, las mansiones, la ropa cara, etc. Los niños, naturalmente, crecerán convencidos de que nunca les faltará nada. Sin embargo, a veces eso es un grave problema.