El cuestionado presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó ayer que la reforma laboral propuesta por su Gobierno traerá ‘innumerables ventajas’ y generará puestos de trabajo, en un momento en el que el desempleo afecta a 14.2 millones de personas en el gigante sudamericano.
En ese sentido, el mandatario divulgó un vídeo en las redes sociales con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, en el que están previstas manifestaciones en todo Brasil contra las reformas propuestas por el Gobierno, entre ellas la laboral.
En su discurso, Temer aseguró que el 1 de mayo de este año está ‘marcado por un momento histórico’ en el que Brasil ‘inicia una nueva fase en favor del empleo’ y la ‘modernización de las leyes laborales’ y aseguró que ‘todos los derechos’ estarán ‘garantizados’ con la nueva norma laboral, la cual ya fue aprobada por la Cámara de los Diputados y será analizada ahora por el Senado.
Entre las «ventajas» de la reforma, Temer citó «la negociación de acuerdo colectivos de manera libre y soberana» y la «concesión de derechos a los trabajadores que antes no tenían», aunque omite la quita de poder a los sindicatos y la desprotección que sufrirán los trabajadores.
El presidente brasileño volvió a defender su paquete de reformas -que también incluye una ley de tercerización o «subcontratación» y una modificación del sistema de jubilación y pensiones- y afirmó que «en breve» habrá más empleo en el país.
«Hace menos de un año recibimos un país con muchos millones de desempleados. El desempleo aún existe, pero estamos trabajando todo el tiempo para cambiar esa situación», agregó Temer, quien se encuentra en el poder de manera efectiva desde el pasado 31 de agosto, cuando Dilma Rousseff fue destituida tras el golpe parlamentario.
No obstante, de acuerdo con una encuesta del instituto Datafolha publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, el 64 % de los brasileños cree que dicha reforma beneficiará más a los empresarios que a los trabajadores.
Tal como informa la agencia EFE, las centrales obreras han mostrado su rechazo en pleno contra dicha reforma, la cual estaba en la agenda de reivindicaciones de la huelga general que el pasado viernes paralizó algunos de los servicios básicos de Brasil, como el de transporte, especialmente en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil.
Los sindicatos aprovecharon las manifestaciones del Día del Trabajadores para volver a poner sobre la mesa su oposición al paquete de reformas, las cuales, a su juicio, perjudicarán a los más desfavorecidos. ¿Cómo seguirá el clima político y social en un Brasil cada vez más convulsionado?