En la escala de Bauman: qué tan falsa es tu relación

En medio de la liberación a la que está sometido el mundo, la importancia de las etiquetas –sobre todo en las relaciones amorosas– ha perdido casi todo su valor. Pensar que la promesa de un amor eterno viene después de que una pareja decide acuñar la palabra “noviazgo”, pasó de ser un ideal amoroso a algo que prácticamente ocurre sólo en las películas; mismas que aparecen cada año tratando de convencernos de que no todo está perdido.

¿Por qué todo lo que alguna vez concebimos como un ideal amoroso de repente se convirtió en una farsa? La gente comenzó a formarse ideas fatalistas relacionadas con el amor y sus bondades, como si estuviesen seguros de que nuestra generación es incapaz de llevar sus sentimientos más allá de las sensaciones que provocan los besos, las caricias y palabras. Hoy el amor sólo suena a la interacción de dos cuerpos que se atraen física y anímicamente. ¿Por qué? Pues aunque parezca absurdo y a pesar de todos los medios que tenemos para comunicarnos, resulta muy difícil entablar una conversación cara a cara con aquel individuo que invade nuestros pensamientos.

Preocupado por lo que está ocurriendo con las relaciones humanas, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman formuló en su libro “Amor líquido” las razones por las que cada vez más parejas están fracasando a partir de que los medios tecnológicos comenzaron a reemplazar el contacto directo entre personas. Para este autor, el hecho de que las relaciones humanas se vean debilitadas tiene una estrecha relación con la falta de interacción entre las partes que, por comodidad o inseguridad, deciden comunicarse a través de pantallas. Evidentemente estas practicas eliminan cualquier posibilidad de fortalecer los lazos que unen a dos individuos que parecían ser compatibles.

A partir de las ideas planteadas en este libro pudimos formular una serie de puntos que te permiten identificar la naturaleza de tu relación. Es decir, partiendo de los conceptos formulados por Bauman, tienes la posibilidad de saber si te encuentras en una relación verdadera o simplemente estás con una persona para alejarte de la soledad.

1. La única actividad que realizan mientras están juntos es, la mayoría de las veces, tener relaciones sexuales.

2. Dan por hecho que son novios, sin embargo, nunca acordaron serlo.

3. Ninguno de los dos se preocupa por darle un nombre concreto a lo que hay entre ustedes.

4. Prefieren no tocar el tema de conocer a la familia del otro pues eso implica un compromiso mayor.

5. Aunque tienen una relación, siguen sin descartar la posibilidad de que ésta pueda terminar en algún momento.

6. La idea de que pueda llegar el día en el que el otro decida alejarse de su lado no les causa la menor preocupación.

7. A pesar de que están en contacto constante, personalmente y a través de las redes, siempre se sienten solos.

8. No se preocupan por explorar nuevas posibilidades para disfrutar de su relación, simplemente creen que el sentirse “bien” es más que suficiente.

9. Más de una vez han pensado que es mejor buscar otra pareja, antes de intentar arreglar sus problemas.

Si te identificas con más del 50 % de estos puntos, probablemente tu relación no sea tan perfecta como crees y más bien se trata de un vínculo falso. Posiblemente sea horrible aceptarlo, pero quizá debas plantearte la posibilidad de que ni siquiera han conseguido ser una pareja consolidada. Lo importante, si te encuentras en esta situación, no es encontrar un culpable; en realidad ambos han contribuido al desgaste o al nulo desarrollo de su situación. No obstante, antes de tratar de arreglar las cosas, lo mejor es preguntarte si en verdad quieres seguir con esa persona; piensa que no vale la pena seguir con alguien que sólo te lastima.

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