Mientras el tráfico de cuernos de rinoceronte –entre otros factores– sigue poniendo a esta especie en serio peligro de extinción, surgen pequeñas esperanzas gracias al trabajo de las organizaciones de conservación. Es el caso de la primera reintroducción de rinocerontes negros en Ruanda, con 2o ejemplares que volverán a rondar por el Parque Nacional Akagera luego de 10 años.
«El rinoceronte es uno de los mayores símbolos de África y aun así está gravemente amenazado en muchos lugares del continente, debido al negocio ilegal e increíblemente lucrativo que es el tráfico de cuernos», dice Peter Fearnhead, director de African Parks, citado por IFLScience. «Pero el regreso de los rinocerontes a este país es un testamento del extraordinario compromiso de conservación que ha hecho Ruanda, y otro de los hitos en la restauración de la diversidad natural de Akagera», agrega.
Se piensa que en la década del ’70 seguía habiendo unos 50 rinocerontes negros en el parque nacional, pero en los años que siguieron, la caza ilegal aumentó, así como los horrores de la Guerra Civil Ruandesa, que cobró sus efectos en la vida salvaje. El año 2007 se confirmó el último avistamiento del rinoceronte negro en Akagera y el resto del país. Pero hace siete años el parque ha estado a cargo de la organización African Parks, que ha trabajado por recuperar la mayor área de humedales del África Central.
Bajo esta administración, el parque nacional ha progresado lentamente. Ahora es hogar de nuevas manadas de elefantes, de hipopótamos y de leones. Estos últimos fueron reintroducidos hace dos años, luego de 15 años de ausencia en todo el país. Los siete leones que volvieron al parque originalmente, se han doblado en número.
La amenaza a los rinocerontes en Ruanda sigue latente, porque la caza ilegal se extiende por la mayor parte del continente. Se cree que actualmente quedan unos 5 mil individuos. En vista del peligro, muchos de los esfuerzos de African Parks se han concentrado en preparar el terreno y fortalecer las medidas de seguridad, antes de que los animales lleguen desde Sudáfrica. En los seis años que la organización ha estado a cargo del parque, se cree que la caza furtiva ha disminuido como nunca.
Actualmente existe una unidad en terreno, rastreando y monitoreando las vidas de los rinocerontes, que incluye un equipo canino anti caza y un helicóptero de vigilancia. Los rinocerontes que se van a introducir son miembros de la subespecie rinoceronte negro oriental, de la cual hay aproximadamente 1.000 ejemplares. Se espera que esta reintroducción se convierta en una nueva población y ayude a salvar a la especie de la extinción.
El Ciudadano