En México hay una anciana que ya tiene 116 años. Se llama María Félix Nava y es originaria de Jalisco y un error bancario le impedía cobrar su jubilación por ser «demasiado vieja». El vacío legal se daba porque las entidades bancarias de ese país otorgan la tarjeta de débito, único medio para cobrar jubilaciones, a toda persona que no supere los 110 años. Vivir más de eso, parece no estar permitido.
No recibir los 110 dólares mensuales de pensión para alguien de su edad, que además padece de ceguera y problemas de desnutrición es casi mortal. Sin embargo ella no se rindió. Y tampoco quienes la conocen, que son cientos. Porque Doña Mariquita, como la llaman, es todo un personaje. Nació el 20 de julio de 1900 en Zacatecas y mantiene una lucidez a prueba del tiempo.
Pero a principios de este año, la Secretaría de Desarrollo e Integración Social de Jalisco le pidió que se dirigiera al banco para canjear su tarjeta de jubilada. La entidad le informó la insólita disposición de darla sólo hasta los 110 años. Fueron cuatro meses de trámites, padecimientos y dolores para que el gobierno se interesara del caso y realizara las modificaciones necesarias para que reciba el dinero mensualmente, señala el diario argentino Clarín.
La entidad bancaria, Banamex, se disculpó y entregó la tarjeta tras una ola de críticas y quejas de la gente, indignada por la situación de la abuela. El problema ahora es saber cuantos miles de mexicanos están en la misma condición de María. Llegar a viejos, para ellos, es un pecado que va en contra del capitalismo reinante.
Luego de que el hecho se conociera por todo el mundo, el Secretario de Desarrollo e Integración Social de Jalisco, Miguel Castro Reynoso, le llevó un cheque a María Félix Nava para darle la pensión del programa de Adulto Mayor. “Aquí está su cheque, ahorita alguien de la oficina las va a llevar para que puedan cobrar el cheque, esto nos permite a nosotros atender una situación que es atípica, la verdad es que ha habido una serie de confusiones por el tiempo, es un asunto totalmente absurdo”, señaló el funcionario y sentenció: “Este tipo de cosas no tienen que pasar, este tipo de prácticas no son comunes”.