El primer paso es aceptar que tienes un problema, pero vaya que es difícil.Brad Pitt tomó al mundo por sorpresa con una brutal entrevista que concedió a la revista GQ, en la que confesó que llevaba décadas sumido en un alcoholismo detestable y que es lo que finalmente había arruinado su matrimonio, una ruptura que “se sintió como morir”.
El actor de 53 años lleva varios meses dedicado a diferentes tipos de terapia. Uno es un “proyecto artístico secreto”, en el que trabaja usando el estudio del escultor británico Thomas Houseago, uno de sus amigos cercanos que, imagino, estará siendo un apoyo para este hombre que realmente lo necesita.
Paparazzis lo sorprendieron dejando el estudio con un aspecto que nos deja realmente preocupados.
Seamos sinceros: parece Hugh Jackman al final de Logan, maquillaje incluido. Y honestamente espero que se haya comprado esa camisa dos tallas más grandes a propósito.
Fuentes indican que la sobriedad estaría dejando su marca en la salud del actor, pero que su ánimo estaría en su mejor momento desde que su familia se hizo pedazos y quedó solo. Ha mantenido contacto con los niños e incluso, a la distancia y casi jugando al teléfono, con Angelina.
Hay que recordar que Pitt se responsabilizó por el fin de su relación e igualó lo que tenían (y perdió) con “ganarse la lotería”.
No sólo habló de su ex. Admitió que pasó mucho tiempo alejado de sus hijos, filmando, y que estaba esforzándose por ser un mejor padre. Que ya ni siquiera se consideraba un actor, entre todas las cosas que hace.
Ahora está enfocado en enrielar su vida y velar por sus hijos. Todo lo demás deberá pasar a segundo plano.
Sólo esperamos que también considere sus propias necesidades. Errar es humano después de todo, y Brad luce muy, muy humano en estas fotos.
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