Girardi cayó parado. La agresión sufrida por el senador el día 3 de mayo por parte del empresario de comida rápida, Óscar Fuenzalida, durante un vuelo hacia Panamá, fue tomado como oportunidad por el político. La ocasión sirvió para volver a levantar la moción de que la Junta Nacional de Ayuda Escolar y Becas (Junaeb) excluya la comida chatarra como producto al alcance de su tarjeta. Y extendió al Minsal la petición de reglamentar el uso del rótulo “Alto en…” en las comidas sin empaque.
La tarjeta Junaeb es entregada por el organismo dependiente del Mineduc. Aporta $32.000 mensuales para el almuerzo de los estudiantes beneficiarios. Y solo el año pasado se gastaron más de 21 mil millones de pesos en patios de comida, según informó El Mercurio.
En este marco, fue Girardi quien a comienzos de abril anunció un proyecto de ley orientado a restrigir lo anterior. “Se trata de que las trasnacionales que quieran ser prestadoras de la beca Junaeb tengan la obligación, para poder ser prestadores, de proveer un conjunto de alternativas loables”, señaló el parlamentario en conversación con El Ciudadano.
Explicitó que una de las razones “de la molestia del empresario de Doggis es mi posición contraria a que la beca Junaeb -un subsidio estatal- se utilice para proporcionar comida chatarra, así como que la adjudicación de su manejo esté ligada a la obligación de ofrecer menús alternativos de comida saludable”.
Según explicó Girardi, el viaje tenía como fin explicar la experiencia chilena en la implementación de la Ley de Etiquetado Nutricional al V Encuentro del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Malnutrición en América Latina y el Caribe, y al cual fue invitado por las Naciones Unidas.
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