Empieza un nuevo día. Suena la alarma por la mañana temprano. Te despiertas. Y, ¡oh!, ¿qué ha pasado esta noche? ¿Por qué tu ropa interior está mojada como si hubieras tenido un orgasmo si has dormido solo? Nunca te había ocurrido algo así… Y te preguntas: ¿es posible correrte mientras sueñas? Pues sí, debes saber que es posible y más habitual de lo que piensas. Y no es algo por lo que sentirse mal: es un acto involuntario, de tu subconsciente, un regalo que el cerebro te da por la noche.
“El mayor y más potente órgano sexual no está entre las piernas de hombres y mujeres, sino detrás de las orejas”, dijo el neuroendocrinólogo norteamericano John Money en una ocasión. Se estaba refiriendo a los orgasmos espontáneos que surgen durante la noche. Vamos, a lo que viene siendo correrte mientras duermes. Algo para lo que no hace falta ningún tipo de estimulación física. El cerebro hace todo el ‘trabajo sucio’, provocándote sueños subidos de tono que tienen como consecuencia que te levantes mojado.
Y, aunque ya lo estés pensando, correrte mientras duermes no es algo que puedas provocar. Es el cerebro el que tiene la llave a esos sueños húmedos tan placenteros. Eso sí, se puede favorecer la situación para que eso ocurra. Los estudios afirman que son las mujeres las que más probabilidades tienen de disfrutar de estos orgasmos espontáneos y que la posición más efectiva para tenerlos es dormir boca abajo, ya que es la que más roce permite entre los genitales y el colchón.
También puedes probar a ver una película erótica antes de acostarte o a dormirte mientras imaginas alguna escena sensual… Pero, como decimos, lo de correrte mientras duermes es fruto de la casualidad, así que no lo fuerces. Simplemente disfrútalo si te pasa…