Todos hemos deseado en algún momento ser actores o actrices e interpretar a personajes increíbles para que millones de espectadores nos admirasen mientras nosotros estábamos en Hollywood recibiendo premios. Aparentemente, ser actor es un trabajo sencillo y todo son ventajas, pero llegar a ser un buen intérprete requiere mucho esfuerzo y muchas veces sacrificar la propia salud física y mental.
Al igual que existen actores muy buenos, también existen otros muy malos que hacen dos películas y se les pierde de vista, y es que al final el buen trabajo siempre acaba siendo compensado y la crítica siempre apoya a las buenas películas, que en gran medida dependen del esfuerzo de los actores.
Estos son diez actores que hicieron cosas increíbles para meterse en el papel de algunos personajes muy famosos de la historia del cine.
1. JOHN TRAVOLTA
John Travolta interpreta al asesino Vincent Vega en una de las películas más conocidas de Tarantino, Pulp Fiction. El filme fue estrenado en 1994, y cuenta tres historias de manera separada pero que tienen mucho que ver entre sí con un reparto inmejorable: Uma Thurman, John Travolta y Samuel L. Jackson.
Para prepararse para su papel, el de un gángster adicto a la heroína, y en concreto para las escenas en las que éste aparecía bajo los efectos de la droga, fue aconsejado por un amigo de Tarantino que había sido adicto. Éste le explicó qué hacer para sentirse como si hubiese consumido heroína.
Como era de esperar, el actor siguió el consejo junto a su mujer, que dirigió la investigación, y se emborrachó con tequila mientras tomaba un baño caliente y relajante.
2. EWAN MCGREGOR
Trainspotting es una película de 1996 que relata las vivencias de un grupo de adictos a la heroína que viven en los suburbios de Edimburgo, en Escocia. En la película no solo se relatan sus peripecias con humor, sino que se muestran los horrores de la drogadicción y pensamientos profundos sobre la vida.
Uno de los actores protagonistas es Mark Renton, interpretado por el actor Ewan McGregor. Para prepararse para ese papel, Ewan perdió 12 kilos a base de alimentarse con comida a la parrilla y sustituir la cerveza por vino y mucha ginebra. Además, el actor afirmó que tanto él como sus compañeros de reparto se pensaron el consumir heroína para investigar sus efectos. En cambio, él decidió no hacerlo ya que cuanto más averiguaba sobre la droga, menos ganas tenía de consumirla. Por otro lado, al no ser un actor que se sacrifique en exceso para meterse en un papel, haber aparecido en Trainspotting hubiese sido una simple excusa para drogarse.
3. SAMUEL L. JACKSON Y HALLE BERRY
Fiebre Salvaje narra la relación entre un arquitecto negro y su secretaria, de raza blanca. Ambos tienen familias a las que cuidar, pero se quedan sin hogar en cuanto les comentan que están manteniendo una relación. Una subtrama del filme cuenta las vivencias del hermano del arquitecto, interpretado por Samuel L. Jackson, el cual es un adicto al crack.
Lo que más le ayudó al actor para meterse en su personaje fue, irónicamente, el haberlo hecho sin tomar ninguna droga. De hecho, se trata de la primera película en la que el actor apareció sobrio, ya que había salido de rehabilitación dos semanas antes. Su experiencia con la drogadicción le ayudó a interpretar este papel, y aunque anteriormente había actuado bajo los efectos de las drogas, fue su sobriedad esta vez la que le ayudó a meterse en la piel del personaje.
En la película también aparece la actriz Halle Berry, también como adicta al crack. Al principio, el director Spike Lee pensó que era tan atractiva que la audiencia no se la creería, pero para demostrar lo contrario, Berry decidió no ducharse durante el rodaje. Según ella misma afirmó, el hecho de estar incómoda y sucia le ayudó a interpretar su papel, además de que mostró su dedicación para la película.
Por otro lado, la actriz investigó cómo funcionaba el mundo de la drogadicción yendo personalmente a un suburbio, a la guarida de los adictos al crack, mientras estaba escoltada por un policía. Fue precisamente esto lo que la animó a ensuciarse y descuidarse para interpretar su papel.
4. CARA DELENVIGNE
La modelo británica comenzó a aparecer en películas en el año 2012, concretamente teniendo un pequeño papel en Anna Karenina, dirigida por Joe Wright. Poco a poco se ha ido metiendo en el cine hasta el punto en el que no nos extraña verla como protagonista en la gran pantalla. Tuvo papeles muy importantes en películas como Ciudades de Papel, la adaptación de la novela homónima de John Green, y Escuadrón Suicida. En ambas parece haber dado la talla, por lo que los directores continúan contando con ella para más actuaciones.
En Escuadrón Suicida interpreta a Encantadora, la villana a la que deben combatir el resto de héroes-criminales. Para el papel no tuvo que adelgazar ni engordar mucho, pero según ella misma declaró, sí tuvo que llevar a cabo una preparación especial a petición del director del filme.
Al parecer, cuando ni siquiera había un guion escrito, el director le pidió que intentase encontrar un bosque y que, en una noche de Luna llena, se desnudase y caminase entre los árboles, pisando el musgo. La actriz siguió su consejo, aunque en esa noche la Luna no estaba llena. Según comentó, se puso a aullar como una loba. Hubiese sido bastante divertido que alguien la hubiese encontrado de esa manera.
5. ADRIEN BRODY
En esta película de Roman Polanski, Adrien Brody interpretó al pianista polaco Wladyslav Szpilman, un judío más de todos los que sufrieron el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Para el papel, Brody tuvo que sacrificarse muchísimo, o así lo vio necesario él.
En primer lugar, y como es comprensible, el actor tuvo que adelgazar muchísimo por exigencias de guion, en concreto, 14 kilos. Además, también tuvo que aprender a tocar el piano en un tiempo muy reducido y acabó aprendiéndose de memoria la pieza de Chopin que toca el pianista en la película.
Por cuenta propia, el actor decidió que tenía que llevar a cabo un cambio en su vida para poder conectar con el sentimiento de desolación y pérdida del pianista. Por ello, vendió su apartamento, dejó todos los lujos de su vida diaria y se fue a vivir a Europa, llevándose solo un par de bolsos y un teclado. Esto fue lo que provocó que su novia decidiese romper con él, lo que terminó por afectar al actor de manera que las lágrimas que mostraba en pantalla eran reales. Algunas fuentes afirman que fue él quien la dejó a ella para sentir más profundamente la tristeza que debía mostrar ante las cámaras, pero solo ellos saben lo que ocurrió realmente.
Estos sacrificios debieron valer la pena, ya que ganó el Oscar al Mejor Actor y se convirtió en el primer americano en ganar un Premio César.
6. SHIA LABEOUF
Shia LaBeouf es conocido por ser una persona bastante excéntrica (que no mala), además de por su papel en Transformers. En cambio, ha aparecido de manera brillante en otras películas, como Charlie Countryman o Corazones de Acero, ésta última junto a Brad Pitt.
En Charlie Countryman, el actor interpreta a un personaje que está bajo los efectos del ácido en una escena muy importante. Shia no había probado nunca esta droga, por lo que decidió hacerlo y filmarse bajo sus efectos. Las imágenes se las envió a su compañera de reparto, Evan Rachel Wood para que le contase qué le parecían.
Para Corazones de Acero, una película bélica en la que interpreta a un soldado católico que siempre lleva consigo una Biblia, se acercó tanto a la religión que acabó encontrando a Dios, según él mismo afirmó. Además, para reflejar las condiciones de un soldado de la Segunda Guerra Mundial, se arrancó un diente, se hizo una cicatriz en la cara y no se duchó en todo el rodaje. Al parecer, Brad Pitt quedó alucinado con las dotes interpretativas del actor, ya que dijo que era uno de los mejores que había visto.
7. JARED LETO
Jared Leto es muy conocido por implicarse hasta el extremo para los papeles que interpreta, por ello, para la mayoría de ellos ha llegado a meterse tanto en el personaje que se le olvidaba que lo que estaba haciendo era simplemente actuar.
Para interpretar al Joker en el Escuadrón Suicida, se sumergió tanto en la personalidad del villano que mantenía su carácter aún fuera de cámaras. Durante el rodaje, se dedicó a reírse como un loco de manera espontánea y a enviarles regalos macabros a sus compañeros de reparto. Algunos de estos regalos fueron condones usados, cerdos muertos, ratas (a Margot Robbie) y balas (a Will Smith). Por ello, su relación con los demás actores se resintió y tanto ellos como los medios dudaron de la salud mental de Leto.
El actor también protagonizó Requiem por un sueño en el año 2000, película en la que interpretó a un adicto a la heroína. Para realizar una buena interpretación, Leto decidió vivir durante semanas con drogadictos, para ver cómo era su vida diaria, cómo se inyectaban la droga y sufrían sus efectos y el síndrome de abstinencia. Al mismo tiempo, él se inyectaba agua con una jeringuilla. Para el filme perdió un total de 11 kg a base de pasar hambre, por lo que en ocasiones se desmayaba en pleno rodaje.
8. NICOLAS CAGE
Son muchos los que piensan que Nicolas Cage está loco por sacrificarse tanto por meterse en el papel de un personaje al que debe interpretar, aunque es esto mismo lo que le convierte en un gran actor.
Para la película Birdy, en la que encarna a un soldado de Vietnam, Cage se hizo quitar dos dientes sin anestesia y estuvo durante cinco semanas con la cara vendada, todo para reflejar las heridas de guerra.
En Leaving Las Vegas, el actor interpreta el papel de un alcohólico que lo piede todo. Para ello, el actor aprendió muchos datos sobre el alcoholismo, como que causa alucinaciones y delirios. Además, entrevistó a muchos adictos que le comentaron cómo el alcohol conseguía relajar sus cuerpos en esos momentos de abstinencia en los que el estómago se encogía y endurecía como un puño. Por otro lado, el actor solía emborracharse y grabarse para ver, una vez sobrio, cómo debía mostrarse en las escenas en las que debía interpretar a alguien ebrio.
Nicolas Cage también protagonizó Ghost Rider, el motorista fantasma. Para que su interpretación fuese brillante, el actor se pintaba la cara y llevaba consigo reliquias egipcias que le hacían mantenerse en contacto con los fantasmas de las leyendas. Durante el rodaje de la película decidió no hablar con ninguno de sus compañeros para crear la sensación de miedo que debe crear el motorista fantasma.
9. HEATH LEDGER
Heath Ledger era otro actor que solía sacrificarse para meterse en la psicología de los personajes y eclipsar a los demás intérpretes de la película.
En 2006, Ledger protagonizó la película Candy, en la que se narra la relación amorosa entre un poeta y una artista que compartían una adicción a la heroína. Para interpretar al poeta drogadicto, el intérprete tuvo que dejar de lado su pasión por el Sol y el surf y empalidecer su piel para parecer un adicto. Además, también estuvo en contacto con adictos que le mostraron en un brazo prostético cuáles eran las mejores maneras de inyectarse la droga.
Pero, sin duda, el papel más famoso del actor fue el de Joker en la película El caballero oscuro de Christopher Nolan, junto a Christian Bale, que interpretaba a Batman. Para prepararse el papel, Ledger permaneció durante seis semanas encerrado en su habitación trabajando en la psicología y la locura del villano. Además, llevaba consigo un cuaderno en el que hacía anotaciones como si fuese el Joker, diseñó su propio maquillaje y en la escena del interrogatorio de Batman al Joker, le pidió a Christian Bale que le golpease como lo haría el héroe.
Todos estos sacrificios le llevaron a ganar el Oscar al Mejor Actor de Reparto, pero también le supusieron varios problemas de insomnio y se quedó psicológicamente tocado. Heath Ledger murió de una sobredosis antes de que la pelicula fuese estrenada, por lo que muchos especularon con los efectos que pudo tener el haber interpretado a un personaje tan macabro en su salud mental.
10. DANIEL DAY-LEWIS
Uno de los actores más metódicos de Hollywood es, sin duda, Daniel Day-Lewis. La primera película que le hizo ganarse esta reputación fue Mi pie izquierdo. En ella interpreta a un personaje que sufre parálisis cerebral, y para meterse en su psicología, se negó a levantarse de su silla de ruedas y a hablar durante todo el rodaje y contrató a un asistente para que le alimentase y le cambiase de ropa, ya que su personaje no podía hacerlo por sí mismo.
Debido a que se mantuvo durante meses encorvado en su silla, acabó con dos costillas fisuradas, pero sus sacrificios parecieron resultar exitosos, ya que con este papel ganó su primer Oscar.
Para su papel en Las brujas de Salem, una película ambientaba en el año 1692 y basada en una novela de Arthur Miller, el actor se trasladó al set de rodaje, que era una réplica de la aldea colonial en la que transcurren los hechos. Al no haber allí ni electricidad ni agua, el actor no se bañó durante el rodaje.
El actor no solo decidió mudarse para esta película, sino que hizo lo mismo para la película El último mohicano. En esta ocasión, se fue a vivir al bosque, donde pasó seis meses cazando para conseguir alimento. Por otro lado, para el filme Gangs of New York se negó a ponerse un abrigo moderno para no romper su estética del siglo XIX, por ello, cogió una pulmonía.
Por último, para encarnar a Lincoln en su película biográfica, el actor adoptó los gestos del político. Andaba y hablaba como él, pero también se comunicaba con cartas escritas con el lenguaje de aquella época. La actriz Sally Field, que interpretaba a la esposa de Abraham Lincoln, declaró que en todo momento Day-Lewis se expresaba como el presidente, y que nunca llegó a conocer al actor.
Vía: lavozdelmuro