Economía global: desaceleración sincronizada

El segundo semestre de 2011 se inicia en un cuadro complejo de la economía mundial

Economía global: desaceleración sincronizada

Autor: Director

El segundo semestre de 2011 se inicia en un cuadro complejo de la economía mundial.  La semana pasada pusimos el acento en la inminente prolongación de la “agonía” griega al girarse nuevos tramos del primer rescate y aprobarse un segundo paquete.  Otro tema saliente es la forma como se enfrente finalmente en EE.UU. la impostergable necesidad de aumentar por el Congreso el límite de deuda pública, fijado hasta el momento en US$ 14,3 billones.  En lo fundamental la decisión que se adopte –con implicancias indiscutibles a nivel global- expresará como se enfrenta la actual disyuntiva de la economía norteamericana si se decide hacer frente a  la situación de desaceleración en su actividad a través de nuevos estímulos fiscales o se va en la dirección exigida por los republicanos de reducir prematuramente el elevado déficit presupuestario.  Nadie discute que en un momento la deuda debe bajarse pero el tema es cuándo se hace y cómo se logra.  Paul Krugman advirtió que se va por el camino de repetir el error cometido en 1937, durante la segunda administración de Franklin Delano Roosevelt, de eliminar prematuramente los estímulos económica que sacaban a la economía de la Gran Depresión conduciéndola a una nueva caída.

¿Qué acontecía al finalizar el primer semestre a nivel mundial? Economist Intelligence, la unidad de estudio de la revista inglesa The Economist, la caracteriza en su informe de junio, de una “desaceleración global (…) sincronizada” (16/06/11).  Sus causas las resume en los altos precios de la energía y las materias primas, el desastre de Japón, el estancamiento del repunte a comienzos de año en la creación de empleo en EE.UU., la recesión nipona y que las encuestas de gerentes de compras muestran un deterioro en EE.UU., Europa e incluso China.

“A esos factores se suman –añade textualmente el análisis- el resurgimiento de temores a un incumplimiento griego que puede torpedear el sistema financiero europeo, los continuos disturbios políticos en el mundo árabe; y quizás lo más importante, la posibilidad de una política fiscal y monetaria más ajustada en la mayoría de los países en los próximos 18 meses”:  Debido a ello redujo su estimación efectuada anteriormente de crecimiento mundial en 2011, estimando que esa fase se revertiría en la segunda mitad del año.

Buscando incidir en la cotización del petróleo en los mercados mundiales, y en respuesta a que la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) efectuada en la primera quincena de junio concluyó sin acuerdo para elevar la producción, la Agencia Internacional de Energía (AIE), constituido por las economías desarrolladas, decidió liberar durante un mes dos millones de barriles de crudo diario.  La resolución se adoptó cuando la cotización del oro negro había tomado un curso descendente después que llegase a un máximo debido a las repercusiones producidas por los acontecimientos en el Medio Oriente y el Norte de África.  Desde abril el precio había descendido a la fecha de la resolución de la AIE en aproximadamente US$18.  Funcionarios del gobierno de Obama manifestaron que la decisión –de acuerdo a la versión  de The Wall Street Journal– constituía un “complemento a la promesa de Arabia Saudita de aumentar la producción en alrededor de 1,5 millones de barriles diarios” (24/06/11).

Charles Robertson, economista jefe del banco de inversiones suizo Renaissance Capital, subrayó que la Agencia con este acuerdo evidencia que se “ha convertido en un brazo de la política monetaria de EE.UU.  Esto debilita su credibilidad”.  Es la tercera vez que se adopta esta medida desde la constitución de la AIE en 1974, como respuesta en ese momento a la crisis energética causada por el alza en el precio del petróleo.  La primera ocasión fue en 1991 durante la guerra del Golfo, y la segunda en 2005 luego de los estragos causados en las instalaciones petrolíferas norteamericanas por el huracán Katrina.

El FMI al igual que Economist Intelligence también disminuyó su previsión para el año, expresando igualmente su esperanza de “que el bache en el tortuoso camino de la recuperación no dure mucho” (18/06/11).  El menor crecimiento lo fundamenta en “el parón a inicios de año en EE.UU.”, en la contracción de 0,7% en Japón por los efectos del terremoto, y en el menor crecimiento de Italia y el Reino Unido.  “Grecia, Irlanda, Japón y EE.UU. –recalcó- son los que tienen más deberes por hacer.  Estas cifras, en todo caso –puntualizó el informe-, significarán muy poco si al final la ralentización en EE.UU. dura más de lo que se espera”.

Otra gran interrogante es cómo termina el debate entre la Casa Blanca y los republicanos de qué hacer al tocar la deuda pública autorizada techo el 2 de agosto, según las previsiones del Departamento del Tesoro de EE.UU.  “(…) el punto clave con respecto al 2 de agosto –subrayó Financial Times– es que nadie sabe lo que puede ocurrir.  Evidentemente –agregó-, si hubo alguna vez un momento en el calendario en que aparece tonto embarcarse en aventuras riesgosas en el mercado, agosto es ese momento” (20/06/11).

Al finalizar junio, el FMI expresó públicamente su preocupación por la carencia de un acuerdo en EE.UU. para elevar el límite de deuda pública, que entre comienzos de siglo y 2011 subió en un 140%, pasando de US$5,95 billones a US$14,24 billones.  De no resolverse, advirtió Barack Obama, “para el 2 de agosto nos habríamos quedado sin herramientas para asegurar el pago de las facturas del Gobierno”  Agregando que si se ve en la obligación de declarar la moratoria las consecuencias serían “significativa e impredecibles” (30/06/11).

Por su parte, el organismo internacional advirtió en la  misma dirección que de no incrementarse el límite de endeudamiento la “débil” economía de EE.UU. y los mercados globales podrían sufrir “un severo golpe”, “dado el rol central de los bonos del Tesoro en los mercados financieros mundiales” (30/06/11).  De acuerdo a cifras proporcionadas por la agencia Reuters, el Departamento del Tesoro debe cancelar ya el 4 de agosto US$30.000 millones en deudas de corto plazo

Deuda Federal de EE.UU. 2001-2011

(Fuente:  Reuters.  En billones de dólares)

Año Deuda real Límite Deuda Año Deuda Real Limite Deuda
2001 5,77 5,95 2007 8,95 9,82
2002 6,20 6,40 2009 9,89 11,32
2003 6,76 7,38 2010 11,88 12,39
2004 7,35 8,18 2011(*) 13,53 14,29
2006 8,45 8,97 (*) al 16 de mayo

 

La declaración del FMI presiona por un acuerdo.  El problema proviene de la diferencia de criterios existente entre la Casa Blanca y el Partido Republicano.  Barack Obama aprovechó la formulación del fondo para demandar la necesidad de aumentar los ingresos eliminando los beneficios que se conceden a los grandes consorcios petrolíferos y a los contribuyentes de mayores ingresos.  Al mismo tiempo, frente al muy claro deterioro económico y a la constatación de aumentos en la tasa de desempleo, insistió en medidas de estímulo económico que permitan generar puestos de trabajo.  Estas formulaciones provocaron la inmediata respuesta del líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, criticando endeudarse más para un mayor gasto.

En la discusión hay un problema de fondo, ¿cuál debe ser la política fiscal en un país fuertemente endeudado pero que al mismo tiempo vive un agudo proceso de desaceleración, el que de no enfrentarse puede conducir nuevamente a la mayor economía mundial a una recesión?  El informe del FMI fundamentó el menor crecimiento precisamente en que “la demanda privada se recuperará lentamente y se retirará el apoyo de la política presupuestaria”.

Paul Krugman escribió que se corre el riesgo de que se repita “el error de 1937”.  ¿En que consistió dicho “error”?  Roosevelt recién reelegido como presidente modificó su política de corte keynesiano, el Nuevo Trato, por una –para citar nuevamente a Krugman- “prematura desbandada fiscal y monetaria que malogró la recuperación económica en curso y prolongó la Gran Depresión” (12/06/11).  En definitiva, la recaída de la actividad económica se superó con el fuerte incremento en el gasto público que conllevó la Segunda Guerra Mundial.

El Premio Nobel argumenta, con razón, que el programa de estímulo económico aprobado al inicio del gobierno Obama fue “demasiado pequeño y de vida demasiado corta”.  Dicho de otra manera, se requería políticas fiscales de más envergadura que cerrasen en una magnitud mayor la brecha entre el producto efectivo y el  potencial, es decir el momento cuando se hace uso de todos los factores productivos disponibles, y no se agotase antes de tiempo, como ha sucedido.

“A medida que el estímulo se ha esfumado –destacó Krugman-, también lo han hecho las esperanzas de una recuperación sólida.  Sí, se ha creado algo de empleo –ejemplificó- pero a un ritmo que a duras penas sigue el del crecimiento demográfico.   Y las últimas cifras indican que hasta (…) este insuficiente crecimiento del empleo está rengueando (…) hemos repetido una variante del error de 1937, al retirar el apoyo fiscal demasiado pronto y perpetuar el paro elevado.  El porcentaje de adultos estadounidense con trabajo, que se hundió entre 2007 y 2009, apenas ha variado desde entonces”.  El tema del empleo y el desempleo es una de las variables claves usadas para determinar el curso de un ciclo económico.

El debate sobre la autorización de un endeudamiento mayor puede conducir,  si se imponen las propuestas republicanas o se cede en demasía con relación a ellas, a agravar la situación.  En líneas generales, las formulaciones republicanas demandan reducir rápidamente el déficit fiscal, lo que significa aplicar políticas contractivas en vez de generar estímulos económicos.  Se trata de un abierto chantaje. Sus efectos en la situación global tendrán directa relación con los desenlaces que finalmente adopte dada su incidencia en el curso económico global.  Al mismo tiempo, la Reserva Federal puso término a su programa de relajamiento cuantitativo, aunque no se propone por el momento disminuir los activos financieros en su poder, en un alto porcentaje bonos del Tesoro, lo cual de hacerse conduciría a retirar masa monetaria del mercado.  La complejidad del escenario al iniciarse el tercer trimestre es muy grande.

Por Hugo Fazio

El Ciudadano


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