Ruslán Sokolovski, un estudiante ruso de 22 años, colgó en Youtubeun video en el que se le veía cazando pokémons en la catedral de la Sangre, templo en que fue asesinada la familia imperial rusa.
Eran nueve videos en que además de lanzar pokébolas hablaba a favor del ateísmo.
Por estos videos, la justicia rusa lo declaró culpable de ofender a la gente religiosa, incitar al odio, además de ser hostil y humillar a la raza humana.
Sus videos le costaron una condena de 3 años de libertad provisional y serias limitaciones a sus derechos civiles: no podrá asistir a actos masivos y deberá presentarse regularmente en una comisaría.
Es aceptable que un país que no tuvo libertad de culto sea tolerante con las religiones, pero esto es absolutamente absurdo ¿Quién entiende a los rusos?
Con información de El país