Por fin Brasil ha anunciado oficialmente el fin de la emergencia de salud pública causada por el virus Zika. La declaración llega un año y medio después de que el aumento de casos se volviera noticia mundial.
El virus, transmitido por mosquitos, no se consideraba una amenaza importante para la salud, hasta que en 2015, un brote reveló el grave efecto congénito de la microcefalia, que hace que los bebés nazcan con cráneos mucho más pequeños de lo normal, informa The Guardian.
Las fotos de bebés con la enfermedad recorrieron el mundo y difundieron el pánico al Zika. Muchas personas cancelaron sus planes de viaje a lugares donde había llegado el Zika, y la preocupación creció aun más cuando las autoridades de salud informaron que el virus también podría transmitirse por vía sexual.
El suceso tomó a Brasil en el peor momento, justo cuando se preparaba para recibir a hordas de personas por motivo de los Juegos Olímpicos, celebrados allí en 2016. Incluso una deportista española dijo que había contraído el Zika mientras se entrenaba en el país, antes del inicio de los Juegos.
Brasil respondió lanzando una gran campaña que incluía el firme propósito de erradicar a los mosquitos completamente.
El ministerio de salud ha dicho que aquellos esfuerzos han dado resultado, reduciendo radicalmente los casos de Zika. Los registros dicen que entre enero y abril de este año hubo un 95% menos de casos que en el mismo período del año pasado, y la incidencia de microcefalia también ha disminuido.
De todos modos, Adeilson Cavalcante, secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud brasileño, aclaró que poner fin a la emergencia no significaba dejar de monitorear o asistir a las familias afectadas. «El Ministerio de Salud y otras organizaciones involucradas mantendrán una política de lucha contra [los virus] Zika, dengue y chikungunya». Estas tres enfermedades son transportadas por la misma especie: el mosquito Aedes aegypti.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó su propia emergencia internacional en noviembre, pero advirtió que el virus seguía siendo una amenaza, señalando que el Zika «llegó para quedarse» y que aun cuando los casos desaparezcan, la lucha contra la enfermedad deberá ser una batalla permanente.
EC