No hay lugar en la Tierra que realmente se escape de los residuos que hemos tirado al medio ambiente. La isla Henderson, en el Pacífico Sur, es un ejemplo de esto. Este reducto alberga cientos de piezas de plástico por metro cuadrado de playa, sin contar todo lo que hay enterrado bajo la arena.
La isla Henderson, que irónicamente es Patrimonio de la Humanidad, está entre los lugares más remotos del planeta. Aunque los polinesios alguna vez ocuparon este territorio, ya lleva unos 600 años deshabitada. La isla habitada más cercana es Pitcairn, a 193 kilómetros de distancia, con una población de sólo 56, informa IFLScience.
La Dra. Jennifer Lavers, de la Universidad de Tasmania, Australia, eligió estudiar los deshechos humanos en Henderson como un indicador del nivel de contaminación provocada por los humanos, y de la forma en que estamos afectando incluso a los lugares más remotos de la Tierra.
En los segmentos de muestreo de la isla –de 37 kilómetros cuadrados– se halló un promedio de 239 elementos de origen humano por metro cuadrado, sólo en la superficie de la playa. El 99,8% eran plásticos y, enterrados en los primeros 10 centímetros de arena, había más del doble –fragmentos más pequeños.
En la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, Lavers informa que, en una de las muestras, la cantidad por área –672 por metro cuadrado– es la más alta registrada en cualquier parte del mundo. Ella estima que la isla tiene 38 millones de piezas de plástico en total, con un peso de 18 toneladas.
Lavers dijo a IFLScience que la mayor parte del plástico estaba en fragmentos cuya fuente no se pudo determinar, pero que entre lo más reconocible había artículos como cubiertos de plástico y botellas de champú. La investigadora afirma que un 8% proviene de buques pesqueros.
Como es lógico, el plástico está afectando a la fauna local, como los nidos de tortugas marinas. La situación de Henderson es tan crítica porque el Giro del Pacífico Sur corre a su alrededor, descargando elementos que entran al océano desde el este de Sudamérica, en las playas de la isla. El largo tiempo que les toma a las corrientes llevar los plásticos hasta Henderson, permite que las piezas grandes se descompongan en fragmentos más pequeños. Países como Chile y Perú no son grandes usuarios de plásticos, en comparación con los países más poblados del hemisferio norte. Esto hace que el parche de basura del Pacífico Norte sea mucho peor que su equivalente sur.
Este tipo de noticias deberían despertar conciencia sobre la importancia del consumo responsable, de reducir el uso de plásticos y de reciclar tanto como sea posible. A esto se deberían seguir sumando los esfuerzos de proyectos que intentan recuperar los desechos plásticos de los océanos para reconvertirlos en objetos útiles, o los trabajos que apuntan a desintegrar materiales hasta convertirlos en moléculas biodegradables.
El Ciudadano