Dichato: Cómo se acaba la paciencia

Foto: Noche de las protestas. Tomada de www.dichatohoy.blogspot.com

A pesar de la los oídos sordos que les presta el gobierno regional, la fuerza bruta del personal uniformado, la tardanza en las obras de sus casas y la inhumanidad en la que se encuentran viviendo, el pueblo dichatino sigue y seguirá luchando.

Ha pasado casi un año y cinco meses desde que el fuerte maremoto azotó las vidas de miles de familias de la costa de Concepción. Desde aquel fatídico día los habitantes de Dichato ya no duermen tranquilos. En medio de barriales y sin servicios básicos se encuentran cerca de 500 familias en el campamento El Molino, uno de los más grandes al interior del balneario, que continúan abogando porque se les cumpla finalmente la promesa de una casa sólida y digna. Situación que no se ve muy cercana pues el proceso de reconstrucción aún no muestra ningún resultado.

Luego del duro golpe que nos dio la naturaleza el Gobierno no se hizo esperar y mediante constantes cadenas nacionales, visitas a los lugares afectados y discursos esperanzadores fue el mismo Presidente Sebastián Piñera, el que prometió que para junio de 2010, cuatro meses después de la catástrofe, se construirían cerca de 50 mil viviendas y que para fin de año la cifra aumentaría a 100 mil. Cantidad que abarcaba menos del cincuenta por ciento, ya que sólo en la zona se encontraban 250 mil hogares dañados.

En Dichato existen 788 familias que tienen que ser sujetos de beneficios de subsidios de reconstrucción de viviendas, y son 450 las familias que viven en la aldea El Molino. Son alrededor de 2.400 personas las que habitan en ese lugar, entre adultas, niños, niñas, adolescentes y de la tercera edad.

Para los vecinos del campamento El Molino las promesas que les ha dado el Gobierno por medio del Gobierno Regional ya no son válidas, “hemos decido romper todo tipo de diálogo con el Gobernador -Alejandro Reyes, a quien parlamentarios de la Concertación ya han pedido la renuncia-, no nos interesan sus ofertas ni demandas. Ahora acudimos a que el mismo Presidente se haga cargo de lo que está sucediendo en nuestro pueblo”, enfatizó a El Ciudadano la dirigenta del Movimiento Ciudadano de la Asamblea de Dichato, Lorena Arce.

Dentro del petitorio que exige la comunidad se destaca soluciones que el Gobierno puede acceder de manera inmediata como: La entrega de un bono especial por 150 mil pesos; gestionar canastas familiares para la emergencia; abrir nuevos cupos de empleo para la emergencia y no aplicar la Ficha de Protección Social a los damnificados.

Sin embargo, lo único que se ha ofrecido hasta el momento, como solución parche, es algo totalmente desacorde con las necesidades que tiene la ciudadanía en Dichato. “En una primera instancia tenían cuatro posibilidades a elección. Ahora deben aceptar la única alternativa que existe, que consta en optar a un departamento de un total de 240, y de no recibir, no habrá otra alternativa”, señaló la diputada Clemira Pacheco tras haber recibido estas denuncias del Servicio de Vivienda y Urbanismo.

LAS RESPUESTAS DEL GOBIERNO

Ante todo lo acontecido en los últimos días, el renovado gobierno de Sebastián Piñera no se hizo esperar y se refirió a las soluciones más próximas para los dichatinos.

También han sido noticia los violentos ataques por parte de Fuerzas Especiales, quienes hace ya dos noches llegaron a la ruta de acceso al balneario con cuatro furgones, tres o cuatro zorrillos y guanacos, muchas bombas lacrimógenas y balines y que dejaron un saldo de seis heridos, entre los que se encuentra un niño de 11 años por un perdigón.

Sobre este tema Andrés Chadwick, el nuevo vocero y primo hermano del Presidente, advirtió al diario El Concecuente, que “si los manifestantes actúan con violencia, el Gobierno va a tomar todas las medidas y las denuncias necesarias ante los tribunales de justicia”.

Mientras que el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna, se refirió netamente al tema de la reconstrucción y señaló a Canal 13, que “a fines de 2012 debieran estar finalizadas las viviendas en su totalidad. Haremos lo imposible, pero hay que hacer mecánicas de suelo, licitar la construcción y todo eso toma tiempo, no tenemos una varita mágica, no podemos llegar y poner viviendas”.

Situación que evidentemente no deja contento al Movimiento Nacional por una Reconstrucción Justa (MNRJ), que hoy dio una conferencia de prensa donde  señaló que no se aceptará de ninguna forma otro invierno en las condiciones que ahora se encuentran.

En el comunicado se repudió la violenta represión que se ha vivido en la zona, así como la inoperancia del gobierno nacional y regional, además de la violación de los derechos humanos que  ha vulnerado el modelo de reconstrucción.

“El Gobierno no tiene soluciones, entonces responderemos con prepuestas y exigimos que sean escuchadas. Hace pocas semanas realizamos una reunión de delegados de todas las regiones con el Ministro de Vivienda, el cual se ha burlado mediante mesas de trabajo y medidas parche o falsas, que no sirven para nada”, señaló Romina Aros, de la Red Construyamos y vocera de la comunidad de Dichato.

En la asamblea se dejó de manifiesto que lo acontecido en los últimos días es la consecuencia de la desesperación  que ha mantenido la comunidad debido a que Pérez Mackena no ha sabido llevar de manera participativa y eficaz las dificultades en las que se encuentran los damnificados.

Por su parte, el alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera, se ha referido escuetamente al tema: «Esperamos que con el diálogo podamos darle soluciones a los vecinos de Dichato, pero cuando nos dicen (Gobierno)  que en Dichato se están construyendo 150, sólo corresponde  a dos poblaciones que hoy no llevan más de un 30 por ciento de avance».

El próximo paso por parte de los afectados y afectadas es poner un recurso de protección legal que ya está en manos de los abogados de los habitantes de El Molino. Sin embargo, no se descarta continuar con las movilizaciones, llamándose así al mundo social, intelectual y profesional del país a proponer una solución que se presentará al país en un plazo breve.

Por Camila Méndez

El Ciudadano