¿De qué morimos? OMS revela logros y retrocesos en la salud mundial

El último informe de la Organización Mundial de la Salud ofrece una visión de las fortalezas y amenazas para la salud de la población mundial, presentando indicadores de mortalidad, enfermedad y desarrollo de los sistemas de salud.

¿De qué morimos? OMS revela logros y retrocesos en la salud mundial

Autor: Sofia Olea

El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló las estadísticas de salud –World Health Statistics– que recopilan cifras de sus 194 Estados miembro, sobre los 21 objetivos de desarrollo sostenible en la salud.

El objetivo del documento es ofrecer una visión de las fortalezas y amenazas para la salud de la población mundial, presentando indicadores de mortalidad, enfermedad y sistemas de salud. Entre los aspectos más positivos del informe están la mejora en la recopilación mundial de estadísticas vitales y causas de muerte.

En 2015, solo se conoció la causa de la mitad de los 56 millones de muertes estimadas. Una cifra que solo llegaba al tercio en 2005.

Países como China, Turquía e Irán han hecho esfuerzos por fortalecer estos datos, con un 90% de muertes registradas con información detallada. En 1999 este número llegaba solo al 5%.

La importancia de registrar los fallecimientos radica en la necesidad de planificar medidas para evaluar políticas sanitarias y mejorar la salud de la población. «Si los países no saben qué hace que las personas se enfermen y mueran, es mucho más difícil saber qué hacer al respecto», explica Marie-Paule Kieny, subdirectora general de la OMS en Sistemas de Salud e Innovación, citada en Sinc.

Cuáles son las tendencias

El informe revela nuevos datos sobre la cobertura universal de la salud. Por ejemplo, los tratamientos contra el VIH y la prevención de la malaria han aumentado considerablemente desde el año 2000 y se ha observado mejoras sostenidas en el acceso a la atención prenatal.

La nota negativa está en las cifras de vacunación infantil. Entre 2010 y 2015 las familias vacunaron menos a sus niños y niñas, con respecto al período 2000 a 2010.

Con respecto al impacto de la salud en el presupuesto familiar, el informe muestra que 9,3% de la población gasta más del 10% de sus ingresos en atención de salud, lo que representa un perjuicio para las finanzas de muchas familias.

Para el año 2030, uno de los objetivos propuestos por la OMS y los países miembros, es reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por 100.000 nacidos vivos. La meta es ambiciosa, puesto que solo en 2015 la tasa fue de 216 por 100.000 nacimientos.

Otro objetivo importante es terminar con el las epidemias de sida, tuberculosis, malaria y otras patologías tropicales, además de combatir la hepatitis y las enfermedades transmitidas por el consumo de agua no potable.

Drogas y accidentes

El documento de la OMS también aborda el consumo de drogas como uno de los mayores problemas globales en salud, y propone reforzar las campañas y medidas de prevención, como también los tratamientos para superar el abuso de sustancias.

El consumo mundial de alcohol en 2016 fue 6,4 litros de alcohol puro por persona de 15 años o más.

Los accidentes de tránsito provocaron cerca de 1,25 millones de muertes en 2013, un 13% más que en 2000. Entre las personas de 15 a 29 años la principal causa de muerte son as lesiones provocadas por accidentes de tránsito.

Pobreza y violencia

Los datos muestran que el mundo se está muriendo de hambre y obesidad. Por un lado el 22,9% de los niños menores de 5 años tiene retrasos en el desarrollo provocados por la malnutrición (desde el 6,1% en Europa hasta el 33,8% en el sudeste asiático). Por otro lado, el 6% de los menores de 5 años padece la enfermedad del sobrepeso (desde el 4,1% en África hasta 12,8% en Europa).

Las formas de violencia y la mortalidad asociada a ella están incluidas en el último reporte. En 2015 hubo unos 468.000 asesinatos, que fueron desde el 1,7 por cada cien mil personas en la región del Pacífico occidental, hasta el 18,6 por cada cien mil en América.

Naciones como Japón y Luxemburgo presentan los índices más bajos de asesinatos, con un 0,3 y 0,4 por cada cien mil personas, mientras Venezuela, el Salvador y Honduras muestran los índices más altos (51,7; 63,2 y 85,7 respectivamente).

Vía Sinc

El Ciudadano


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