Definido como uno de los países más golpeados por la crisis mundial del año 2008, Islandia está desarrollando actualmente un inédito ejercicio de participación ciudadana: está reformulando su constitución con la ayuda de miles de ciudadanos a través de las redes sociales.
La compleja situación económica y política que atravesó Islandia en el 2008, provocó que miles de personas se manifestaran en contra de las autoridades pacíficamente, quienes lideradas por el músico Höröur Torfason, expresaron su malestar con guitarras y micrófonos a las afueras del parlamento islandés. Estas acciones terminaron forzando la renuncia del primer ministro Geirh Haarde, acusado de negligencia en el ejercicio de su cargo.
El descontento dio inicio a un proceso de refundación de la Carta Constitucional, con un sistema que incentiva expresamente la participación ciudadana a través de las redes sociales como Facebook y Youtube.
En abril de 2009, cuando asumió como primer ministro Jóhanna Siguröardóttir, inmediatamente envío al Congreso un proyecto de ley para convocar a una Asamblea Constituyente.
Las discusiones dentro del plenario fueron transmitidas en vivo por Internet, instancia que estuvo abierta a todos los internautas que quisieron participar del debate y de los acuerdos que allí se concretaron.
Fueron miles los usuarios que se conectaron y enviaron sus comentarios y sugerencias de los acuerdos vía mensajes de Facebook, Yahoo, AOL y Hotmail. La única condición para participar: usar sus nombres reales.
Debido a esta insólita respuesta ciudadana a la convocatoria y a las miles de ideas y planteamientos entregados por la población, Islandia sometió a discusión pública lo acordado ante el Foro Nacional en noviembre pasado, instancia compuesta por mil personas elegidas al azar.
Sin embargo, esto fue impugnado por la Corte Suprema islandesa, ya que desconoció los procedimientos (transmisión y debate por Internet), por lo que un Consejo Constitucional fue el que terminó de redactar y promulgar la reformulación de la carta fundamental.
PRESIÓN CIUDADANA
Ante el descontento generalizado en la población por desconocer su participación y de las resoluciones allí acordadas, nuevamente la ciudadanía islandesa presionó para que su voz fuera considerada en la toma de decisiones y en redacción del documento.
Fue así que el Consejo Constitucional debió reformular sus escritos y abrirse al debate público e invitar a participar tanto al Foro Nacional, a la Asamblea Constituyente y los miles de ciudadanos que participan por Internet.
El trabajo fue transmitido nuevamente en abril del 2011, convocando a más de 3 mil usuarios conectados en cada sesión. Además durante todo el mes, en periódicos y en la televisión circularon avisos que llamaban a la población a participar de dichos foros a través del sitio stjornlagarad.is
Por otra parte, diariamente en Facebook y Youtube se publicaban entrevistas a delegados del Foro y de la Asamblea, y a su vez, luego de cada sesión, se publicaron en el sitio las transcripciones de la discusión y los temas abordados en la jornada.
Dentro de los temas que más tuvieron participación se contaron los mecanismos y requisitos para elegir autoridades, entrega de carta de ciudadanía para extranjeros y resolución de conflictos tanto ambientales como de soberanía.
El formato de las ideas aportadas por los usuarios y que fueron consideradas para la nueva Constitución, variaron desde simples comentarios a extensos escritos y borradores basados en el derecho internacional.
Actualmente, el foro aún no concluye sus sesiones de redacción de los artículos y se espera que dentro de la segunda semana de agosto ya se presente el primer manuscrito del texto y sea sometido nuevamente al escrutinio público de los internautas.
Si se obtiene una aprobación de los dos tercios de los participantes del foro y además, logra un mayoritario consenso en los usuarios registrados, podrá ser sometida a su ratificación en el parlamento y su posterior publicación oficial.
Por Claudia Pedreros
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