Ansiedad: Cómo combatir la «alimentación emocional»

Los antojos por comida poco saludable no solo surgen por una cuestión fisiológica, sino también por una sensación mental.

Ansiedad: Cómo combatir la «alimentación emocional»

Autor: Javiera Plaza

El trabajo, las tareas del hogar y la vida estudiantil junto a otros compromisos, son algunos de los factores que nos quitan tiempo y  empujan a llevar hábitos alimenticios poco sanos, además de hacernos caer en un problema bastante común por estos días: La ansiedad en situaciones de estrés.

A raíz de lo anterior, muchas veces comemos sin sentir hambre, ya sea por nerviosismo o porque necesitamos llevarnos algo a la boca, situación que los expertos denominan «alimentación emocional».

Para solucionar este hábito que puede empujarnos a subir de peso, los médicos recomiendan consumir colaciones saludables entre las comidas, no sólo para disminuir el hambre, sino para acelerar el metabolismo y no permanecer tantas horas sin ingerir alimentos.

El primer paso es calmar el apetito y tomar conciencia de la comida como es el combustible energético para el cuerpo, que debe ser proporcionado en raciones estratégicas.

«El secreto no solo está en la comida, si no en el esfuerzo, la voluntad, la constancia y en la interpretación de lo que significa realmente la comida en la vida de cada uno», comentó Romina Stoppani, directora de Nutrición Simple, quien entregó a Infobae una serie de consejos para combatir la ansiedad.

El primer paso es diferenciar el hambre real del hambre emocional, para ello será necesario registrar los momentos de debilidad.

«Puedes llevar una agenda donde anotes cuándo surge la ansiedad y la necesidad de comer por hambre emocional. Saberlo te hará ser más consciente del problema y te ayudará a controlarlo», sostuvo la especialista.

Además, existen una serie de hábitos que se deberán incluir en la rutina:

1- Realizar actividad física: caminar, andar en bicicleta, correr o sumar cualquier ejercicio que ayude a desarrollar masa muscular.

2- Tomarse un momento de pausa, de meditación y respiración profunda, realizando entre 15 y 20 repeticiones de respiración abdominal.

3- No saltear las comidas y tratar de que sean al menos 6 por día: «Cuanto más breves sean los episodios sin comer, más facilidad tendrás para comer con consciencia», dijo Stoppani, y marcó la importancia de comer siempre de manera lenta, pausada.

4- Limitar la ingesta de café o yerba mate, ya que contienen cafeína. En su lugar, las opciones adecuadas son yerba mate con hierbas o café descafeinado. Otras variantes de reemplazar son la malta o realizar infusiones con hierbas como valeriana, tilo o melisa sin endulzar.

5- Masticar chicle también es un simple hábito que ayuda a disminuir los niveles de ansiedad.

Pese a lo anterior, nos preguntamos qué alimentos son convenientes cuando se presentan los cuadros de ansiedad.

«Los alimentos ricos en un aminoácido llamado triptófano, el cual se transforma en serotonina, un neurotransmisor cerebral relacionado con el buen ánimo y el control del apetito», explicó la nutricionista.

El triptófano se encuentra en las carnes, pescados, huevos, lácteos, soja, frutos secos, banana, ananá y también palta.

Otra opción son aquellos alimentos que son fuentes de vitamina B6, el tipo de nutriente que participa en la síntesis de serotonina a partir de triptófano y que abunda en germen de trigo, nueces, higos secos, cereales integrales, legumbres, acelga y espinacas.

Por otra parte, también es conveniente consumir frutas y vegetales, y las preparaciones a partir de ellas.

«Cuando se cocinan los vegetales, se debe hacer por poco tiempo, procurando que queden crocantes», recomendó la especialista.

Si necesitas bajar tus niveles de ansiedad de forma urgente sin consumir grandes cantidades de calorías, sigue alguna de estas recomendaciones:

– Tomar una taza de sopa sin fideos o caldo dietético.

– Evitar tostar los panes para dar mayor trabajo digestivo.

– Siempre incorporar alimentos crocantes, que requieran masticación: turrón, una cucharada de frutos secos, barra de cereal o granola (preferente casera), tostadas de arroz con tomate.

– Tener en la heladera ensalada de frutas, gelatina light, tomates cherry, arándanos, para poder comer en cantidad sin que signifique un aporte graso o calórico muy significativo.

– Preparar un vaso de licuado grande con hielo, una porción de fruta entera con cáscara y endulzante. Agregarle semillas de chia o lino o salvado de avena.

Fuente: Infobae. 

 


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