En el mundo existen diferentes plantas que logran limpiar zonas contaminadas. Son conocidas como fitorremediadoras, por su capacidad de absorber, acumular y/o tolerar altas concentraciones de metales pesados, compuestos orgánicos y radioactivos. Un grupo de investigadores de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, encabezados por del Dr. Óscar Díaz, descubrió una especie chilena fitorremediadora que actúa contra el arsénico: el Lupinus microcarpus.
Desde 1997, un grupo de investigadores de la Usach, liderados por el Dr. Óscar Díaz, lleva adelante una línea de investigación sobre la ingesta de arsénico en poblaciones de la Región de Antofagasta. El equipo pudo determinar los elevados niveles de arsénico que se presentaban, tanto en los alimentos como en el agua. Algo no menor, ya que se trata de un elemento tóxico que puede causar graves efectos en la salud, como irritación del estómago, disminución en la producción de glóbulos rojos y blancos, cambios en la piel, e irritación de los pulmones, e incluso cáncer.
Después de obtener los primeros resultados, una de las medidas tomadas por el grupo, en conjunto con Codelco, fue solucionar el problema del agua mediante la instalación de una Planta de Abatimiento de Arsénico. “La pregunta era cómo arreglábamos el problema de los alimentos, porque estábamos hablando de una producción local agrícola que afectaba a alrededor de trece productos”, precisa el Dr. Díaz, sobre la principal motivación para iniciar un reciente estudio con plantas autóctonas de la Región y saber si alguna actuaba como fitorremediadora.
Trabajaron con tres especies: Pluchea absinthioides, Atriplex atacamensis y Lupinus microcarpus. Esta última, fue la que mejor respondió al objetivo de la investigación porque tiene la particularidad de absorber el arsénico del suelo, acumulándolo en sus hojas para, posteriormente, devolverle nitrógeno a la tierra.
Actualmente, la apuesta es fomentar que el Lupinus se plante en la zona destinada a cultivos para que limpie y reduzca los niveles de arsénico. El investigador Usach plantea que la utilización de esta metodología en los suelos del norte, podría generar ganancias para la agricultura de la zona.
Por Nicole Becerra
El Ciudadano