Diversas organizaciones de campesinos y ambientales invitan a la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, a través de un portal web de difusión y adhesiones que estimula la participación y la información de la ciudadanía y la sociedad civil organizada para impedir la introducción de transgénicos y defender el derecho a alimentos, forraje, cultivos, ganado y peces, libres de transgénicos, OVMs según la denominación del SAG y el proyecto del Ejecutivo de introducción de transgénicos.
Según la convocatoria, se trata de una alianza de carácter horizontal que articula redes sociales y ambientales así como a independientes, organizaciones no gubernamentales, comunidades e instituciones que trabajan por una agricultura, ganadería, acuicultura y alimentación sanas y seguras.
Los organismos genéticamente modificados, o “transgénicos”, son aquellos a los cuales se les ha introducido mediante técnicas de la biotecnología (ingeniería genética) genes de otras especies (animales, vegetales, bacterias) creando organismos que nunca antes han existido en la naturaleza y no puede predecirse cómo interactuarán con los ecosistemas ni cuáles serán las consecuencias de su liberación en el ambiente.
Las mismas corporaciones transnacionales que se beneficiaron de la “Revolución Verde” y masificaron el uso de agrotóxicos químicos (fertilizantes y plaguicidas) promueven ahora la “Revolución Genética” en la agricultura, basada en el uso de cultivos “transgénicos” patentados por estas compañías.
Con la ingeniería genética se han creado cultivos capaces de tolerar herbicidas producidos por las mismas transnacionales, con lo que aumenta el uso de estos agrotóxicos que contaminan el ambiente en beneficio de las compañías que venden semillas y herbicidas patentados (por ej. Roundup, 2,4 D ).
También han creado “cultivos transgénicos plaguicidas” resistentes a plagas, capaces de producir toxinas insecticidas en la misma planta, que afectan tanto a los insectos plaga como a los insectos benéficos. Disminuye así la biodiversidad y aumenta la presencia de plaguicidas en la agricultura y en el ambiente. Además, estudios científicos y experiencias de campo demuestran que los cultivos transgénicos no poseen un rendimiento más alto que los cultivos naturales, son más contaminantes e introducen nuevos riesgos para la salud y el ambiente.
La expansión de siembras transgénicas en el país inevitablemente provocará contaminación genética de otros cultivos y stocks de semillas, como ya ha ocurrido en menor escala en años anteriores como resultado de la existencia de semilleros de semilla transgénica de exportación. Una vez que Chile adquiera fama de país contaminado genéticamente, sus posibilidades de competir y exportar productos agropecuarios de alto valor, como frutas, vinos, aceitunas o miel disminuirán drásticamente. Las normas de la Unión Europea y otros países, impedirían o dificultarían enormemente la exportación de productos orgánicos por parte de un Chile contaminado con transgénicos. La agricultura orgánica, que muestra tendencias de crecimiento tanto en la extensión de sus cultivos como en la demanda de sus productos, se vería seriamente afectada.
Monsanto, la principal beneficiada con el proyecto oficial sobre transgénicos, es una empresa monopólica que concentra las mayores ventas de semillas transgénicas y ha fomentado sistemáticamente la contaminación genética mediante diversos métodos, incluso a través del incumplimiento de normas legales, la llamada “puerta giratoria” y la corrupción. Monsanto se caracteriza también por imponer contratos de producción abusivos y por perseguir judicialmente por producción ilegal de cultivos transgénicos a cientos de agricultores que han resultado injustamente contaminados.
LOS PARTICIPANTES
Las organizaciones que hacen el llamado articulan redes sociales y ambientales así como a independientes, organizaciones no gubernamentales, comunidades e instituciones que trabajan por una agricultura, ganadería, acuicultura y alimentación sanas y seguras.
Están RAP Chile (Red de Acción Plaguicidas), el Olca (Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales), la Caravana Ahimsa– Red Socioambiental Valparaíso, Tierra Nueva Limache, Revolución de la Cuchara, la Asamblea Social del Limarí-Coquimbo, Sin Pepa-No Hay Futuro, el Consejo de Salud de San Pedro-Quillota, Coyote Films, el Instituto Chileno de Permacultura, Acoval (Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdivia), la Federación de Comunidades Huilliche-Chiloé, la Asociación de Agricultores Orgánicos-Chiloé (Chiloé Orgánico), la Asociación de Consumidores de Ancud y la Asociación de Agricultores Orgánicos Bio Bio.
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El Ciudadano