Veinte y dos fallecidos y alrededor de 60 heridos. Este fue el fatal saldo que dejó el atentado, adjudicado por el Estado Islámico, al estadio de Manchester en donde se realizaba el concierto de la cantante estadounidense, Ariana Grande. El recinto con capacidad para más de 20.000 personas fue epicentro de dos explosiones, lo que provocó de forma inherente el pánico entre los asistentes que presenciaban el show en aquel momento y quienes intentaron abandonar el lugar de forma inmediata.
Miles de niños y jóvenes comenzaron a aparecer desde las puertas de ingreso del establecimiento. Entre gritos y alaridos, los transeúntes que se encontraban en las afueras y que no estaban en conocimiento de lo ocurrido, intentaron socorrerlos como pudieron. La mayoría perdió de vista a sus acompañantes entre la sofocada multitud que intentaba encontrar un lugar seguro, entre los cuales se encontraban cientos de niños que se vieron atemorizados al no reconocer un rostro familiar.
Fue allí cuando esta mujer entró en escena. Se trata de Paula Robinson de 48 años, una transeúnte en la estación contigua al lugar en donde se produjo el ataque. En conversación con la agencia internacional de noticias “Reuters“, Robinson aseguró haber escuchado ambas explosiones, a las que le siguieron los gritos de cientos de niños y jóvenes, quienes aclamaban que alguien los llevara hasta un lugar seguro.
En ese momento, la mujer de 48 años se acercó hasta la entrada del recinto y dirigió a alrededor de 50 menores hasta el hotel “Holiday Inn“, ubicado en las cercanías de la estación Victoria, en donde se encuentra el estadio. Junto a su esposo, lograron elaborar un plan de rescate espontáneo y ayudaron a salvar cerca de 50 vidas en medio del caos y horror que inundó aquel momento.
Gracias a la masiva difusión que despertó el anuncio que fue dispuesto a través de la página de Facebook de la mujer, decenas de padres concurrieron hasta las dependencias del recinto hotelero a buscar a sus hijos, quienes tildaron de heroína a Paula, una mujer quien de forma inherente decidió prestar ayuda en uno de los momentos más horrorosos que ha presenciado el Reino Unido y la comunidad internacional.
Aún existen decenas de personas de las cuales se desconoce su paradero, por lo que la policía ha emplazado a la comunidad a hacerse parte de la búsqueda, quienes de la misma forma han destacado de forma pública la labor que realizó Robinson al resguardar la vida de 50 jóvenes, en su mayoría niños.
VÍA UPSOCL