El Gobierno brasileño aseguró hoy que el decreto del presidente Michel Temer que autoriza la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles del Distrito Federal será revocado cuando se haya restablecido el «orden», tras los graves incidentes ocurridos este miércoles.
«El presidente de la República, tras confirmarse la insuficiencia de los medios policiales solicitados por el presidente de la Cámara de Diputados, decidió emplear, con base en el artículo 142 de la Constitución Federal, efectivos de las Fuerzas Armadas», aseguró en un comunicado la Secretaría de Comunicación Social.
Según la nota, la presencia de los militares en las calles del Distrito Federal «garantizar la integridad física de las personas, proporcionar la evacuación segura de los edificios de la avenida de los ministerios y proteger el patrimonio público, tal como fue hecho anteriormente en varios estados brasileños. Restableciéndose el orden, el documento será revocado», concluye la nota.
Según explicó en una rueda de prensa el ministro de Defensa, Raul Jungmann, Temer autorizó la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles de la capital Brasilia hasta el próximo 31 de mayo tras las violentas protestas de hoy para pedir la renuncia del mandatario, que dejaron un saldo de al menos 49 heridos y 7 detenidos. Tras ello, 1.300 militares del Ejército y 200 fusileros navales se desplegaron por las calles del Distrito Federal.
De acuerdo a la Policía Militar, en la manifestación de hoy participaron entre 35.000 y 40.000 personas que marcharon pacíficamente hasta la sede del Congreso, donde comenzaron unos serios incidentes que luego se expandieron a lo largo de los dos kilómetros de la avenida en la que se concentran los edificios de los ministerios del Gobierno.
En medio de los desórdenes, el Ministerio de Agricultura llegó a ser atacado con bombas molotov que provocaron un incendio en una de sus entradas y fue sofocado finalmente por los bomberos, que actuaron inmediatamente pese a que los enfrentamientos proseguían. También fuero atacados los ministerios de Hacienda, Cultura, Turismo y Energía y Minas, y a lo largo de la avenida muchos de los manifestantes le prendieron fuego a contenedores de basura y otros objetos.
Temer está bajo fuego cruzado desde la semana pasada por unas confesiones de directivos del grupo JBS que lo implican directamente en hechos de presunta corrupción, por los que la Corte Suprema ha decidido iniciar una investigación.
El mandatario, que en los últimos días ha perdido el apoyo de diversos sectores de su propia base parlamentaria, se encontraba al momento de los disturbios en el Palacio presidencial de Planalto, donde recibió a legisladores de distintos partidos.