Francesco Totti se despidió con todos los honores de la Roma. Terminado el partido ante el Genoa, el cual acabó con triunfo para los locales por 3-2, el veterano mediocampista italiano recibió un homenaje en el campo.
El presidente de la Roma, James Pallotta, pisó el gramado para hacerle entrega a al «10» de una camiseta histórica con el mítico dorsal ’10’. Este obsequio fue enmarcado en un vidrio templado.
Totti recibió el regalo con mucha emoción. Lo alzó frente a los millones de simpatizantes de la Roma, quienes ovacionaron a «Ill Capitano». Los aplausos fueron interminables.
Ante los reconocimientos del público romano, el historico le dio un beso a la indumentaria y la guardó con mucho cariño. Luego rompió en llanto. Fue consolado por sus pequeños hijos y esposa.
De esta forma se despidió para siempre Francesco Totti de la Roma. El gladiador más aclamado de la capital se fue por todo lo alto, como una verdadera leyenda. El estadio se venía abajo y no era por el triunfo de la Roma sobre el Genoa por 3-2. La despedida de Francesco Totti emocionó a toda la fanaticada del cuadro capitalino y al mundo del fútbol en general. Pero sobre todo a él mismo.
“Tengo miedo, esta vez soy yo quien necesita su apoyo. El apoyo que siempre me han dado”, dijo el ‘Il Capitano’ visiblemente emocionado en la mitad de la cancha, durante un homenaje por su despedida.
“Me quedaría otros 25 años. Ser el capitán de este equipo ha sido un honor. Mi corazón estará siempre con nosotros”, manifestó el futbolista que jugó su partido número 786 en 25 temporadas.
El jugador fue celebrado y vitoreado por los más de 70.000 hinchas que repletaron el Olímpico de Roma. Al comenzar el encuentro fue recibido con un mosaico que decía “Totti es el Roma”.
Finalizado el duelo contra el Genoa, Totti volvió a la cancha acompañado por su familia. Luego caminó durante 45 minutos por la pista olímpica para saludar a los aficionados. Escribió “Te echaré de menos” en un balón que lanzó al público. Su último regalo.
El acto terminó con Totti quitándose el brazalete de capitán para entregárselo a un niño de las juveniles del equipo.