Este lunes cumple 50 años el músico británico Noel Gallagher, tan conocido por sus éxitos al frente de la banda Oasis, junto con su hermano Liam (de 44), como por las controversias y provocaciones con las que ha acaparado espacio en los tabloides durante más de dos décadas.
Noel y Liam fueron con Oasis el epicentro del «britpop» en la década de los años 90, una carrera por emular el éxito de los Beatles en la que los Gallagher compitieron –en ocasiones con agrias polémicas cruzadas– con Blur y otras bandas.
Noel publicó en 2015 su último disco hasta la fecha, «Chasing Yesterday» («Persiguiendo el ayer»), junto con el grupo que formó en 2010, Noel Gallagher’s High Flying Birds.
En los últimos años, su faceta pública ha compaginado la música con el fútbol, al haberse convertido en un embajador oficioso del Manchester City, equipo al que suele animar desde las gradas del Etihad Stadium.
A pesar de los dos álbumes de estudio que ha lanzado junto con los High Flying Birds, los mayores éxitos de su carrera continúan siendo los que firmó como compositor y guitarrista de Oasis, una sociedad que se rompió en 2009 tras años desavenencias públicas y privadas con su hermano.
Ambos sedujeron por primera vez a la crítica y el público británico en 1994, con su primer álbum, «Definitely Maybe».
Fue el disco debut que más rápido se había vendido hasta entonces en el Reino Unido y marcó el camino tanto para sus siguientes trabajos como para las bandas de «britpop» que trataban de hacerse un hueco en el mercado.
Un año después, «(What’s the Story) Morning Glory?» les catapultó hacia la fama global.
Con temas que se convirtieron en himnos generacionales como «Wonderwall» y «Champagne Supernova», el disco ha vendido más de 20 millones de copias y recibió en 2010 el premio mejor álbum en los 30 años de historia de los premios Brit, los galardones de la industria británica.
Noel no apareció por la ceremonia para recoger aquel premio y Liam ni siquiera nombró a su hermano cuando subió al escenario, una muestra más de la discordia con la que habían cerrado su proyecto común un año antes.
El mayor de los Gallagher provocó el primer gran incendio en los medios poco después de publicar «Definitely Maybe», al declarar al diario «The Observer» que desearía que los integrantes de Blur Damon Albarn y Alex James «contraigan en el sida y se mueran».
El músico no tardó en disculparse -«el sida no es algo como para hacer broma», reflexionó más tarde- y, aunque a partir de ese polémico comentario rebajó el tono de sus declaraciones, no ha dejado de repartir reproches entre otros músicos.
Del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, y el de los Beatles, George Harrsion, dijo en 1997 que estaban «celosos y seniles».
A Robbie Williams lo llamó la «reina del drama» en 2007 por «hacer un álbum de mierda y querer que todo el mundo sienta pena»; a Kylie Minogue la calificó de «pequeña idiota» en 2002, y la banda «Coldplay» se llevó calificativo de «grupo de estudiantes» en 2006.
Noel tampoco ha ocultado nunca su relación con sustancias prohibidas: «Si dieran medallas de oro por consumir drogas para Inglaterra yo habría ganado una barbaridad de ellas», dijo hace cerca de una década.
En ocasiones también ha levantado polémica por comentar con frivolidad la fortuna que ha amasado con sus éxitos musicales.
«Hice que me diseñaran a medida un Jaguar Mark II del 1967 que costó 110.000 libras (130.000 euros), pero no tengo carné de conducir, no me sirve para nada», comentó en una entrevista en 2008, poco antes de cerrar la etapa de su carrera musical en la que más éxitos obtuvo.