La imaginación de un niño es sorprendente y a la hora de dibujar no tiene límites, pues de ella pueden salir increíbles seres y criaturas para inmortalizar. Y eso es lo que el dibujante francés Thomas Romain hizo con las creaciones de sus pequeños hijos, convirtiéndolos en ingeniosas escenas de ánime.
Residente de Tokio, Japón, el prestigioso ilustrador creó la serie animada Codigo Lyoko, además ha trabajado en otras producciones de ánime como Oban Star-racers, Symphogear, Space Dandy, Macross Delta y Basquash, así que no es de extrañarse que los dibujos de sus retoños estén convertidos en una verdadera obra de arte.
Si quieres seguir más de cerca el trabajo de este gran ilustrador, visita su cuenta de Twitter, donde orgullosamente muestra las transformaciones de los dibujos de sus hijos.