Chile, al igual que otros países como Argentina, Estados Unidos, Sudáfrica y Australia, es considerado como un productor de vino del Nuevo Mundo para diferenciarlo de los países considerados del Viejo Mundo, concepto que agrupa a los países que tradicionalmente producen vino en Europa y que llevan milenios haciéndolo. Si bien nuestra historia vitivinícola es más breve, cercana a los 500 años, no deja de ser menor y estar llena de detalles que no todos nuestros compatriotas conocen. La vitivinicultura chilena se inició en 1548, cuando los españoles trajeron las vides desde Perú hasta Concepción. Es en la Región del Bio Bio donde nace nuestra viticultura. Sin embargo si vamos al supermercado es difícil encontrar vinos que en sus etiquetas declaren ser del Valle del Itata o del Bio Bio, lo que contrasta con la gran cantidad de vinos de Colchagua, Casablanca, Maipo, y muchos otros valles de la zona central.
Cabe preguntarse cómo la región donde nació la vitivinicultura chilena y que tuvo su época dorada fue luego prácticamente olvidada y que el boom exportador de vinos en los años noventa ocurriera en los valles de más al norte y no en el Bio Bio. Por ejemplo, en un país perteneciente al Nuevo Mundo como Sudáfrica, la vitivinicultura nace cerca de Cape Town, y un poco más de 350 años después, las regiones vitivinícolas más relevantes desde el punto de vista de cantidad y calidad siguen estando cercanas a esta zona.
¿Qué pasó en Chile entonces? Donde el desarrollo vitivinícola pasó de estar localizado en la zona centro sur a los valles de la zona central y, además, el hecho de que el Valle del Itata fuera declarado zona de rezago debido a sus altos niveles de pobreza y aislamiento, lo cual no cuadra con un Chile que es cuarto exportador de vinos a nivel mundial y que genera anualmente más de 1.500 millones de dólares en exportaciones. Pese a numerosos esfuerzos institucionales como el Programa de Zona de Rezago, INDAP y otros que han acortado varias brechas, la región del Bio Bio todavía no juega un rol relevante en las exportaciones de vinos y normalmente sus uvas y vinos se venden a bajo precio sin denominación de origen en comparación con otros valles chilenos.
Si analizamos detenidamente el terroir del Valle del Itata, o sea sus únicas combinaciones de geología, suelo, clima y cultivares, podemos argumentar que el potencial para producir vinos de talla mundial existe, y las razones que explican la falta de protagonismo en el ámbito nacional e internacional radican en otras situaciones. Si he de nombrar algunas razones, las hay históricas, como la llegada de cepajes franceses a la zona central, y actuales, como la combinación de caminos tortuosos y falta de señalética. El objetivo de la charla que se dará en el Instituto de Filosofía y Ciencias de la Complejidad, IFICC, intentará dar algunas luces sobre estas razones y los desafíos que existen para que esta zona y sus habitantes aprovechen el potencial que tienen y disfruten de las bondades que tiene esta tierra.
Los esperamos el miércoles 31 de mayo a las 17:00 hrs., en la sede del IFICC, ubicada en Los Alerces N° 3024, Ñuñoa, Santiago. La entrada es gratuita y habrá una degustación de este gran vino, previa inscripción al correo electrónico [email protected] Para más información también puede visitar nuestro sitio web: www.ificc.cl e ir a extensión/coloquios mosaicos.
*Ignacio Serra Stepke, PhD en Viticultura y MgSc en Terroir
Profesor de Viticultura y Enología, Facultad Agronomía, Universidad de Concepción