Las últimas manifestaciones estudiantiles se han caracterizado por ser bastante represivas y violentas por parte de las fuerzas policiales. El jueves 4 de agosto quedó registrado como uno de los más violentos dentro de las últimas marchas. Sin embargo, las cacerolas, las palmas y los gritos no ceden.
Aquel 4 de agosto ni siquiera se marchó, Carabineros no dejó a los estudiantes moverse de Plaza Italia, lanzaron sin tapujos miles de lacrimógenas a las calles, a universidades y estaciones de Metro, incluso a muchos “pingüinos” no se les permitió el ingreso a la locomoción colectiva para que no pudieran llegar al lugar de encuentro. La represión se manifestó en todo su esplendor.
Todo esto antes de las 6 de la tarde. Pues para las 6:30 se veía algo mucho peor. Ya no eran tan sólo el “guanaco” y el “zorrillo”, tratando de dispersar a los manifestantes quienes se volvieron a reunir en la Plaza Italia, también se veían lacrimógenas voladoras que llegaban con gran velocidad ante los manifestantes.
Al poco rato circuló en la Web un video que mostraba como esa lluvia de lacrimógenas, como se reconoció en internet, podría haber venido directamente desde un helicóptero de Carabineros que estaba rondando dicho lugar.
Por su parte, el director nacional de Seguridad y Orden Público de Carabineros, Aquiles Blu, habló con Radio Cooperativa y manifestó sus dudas sobre la veracidad de estas denuncias, señalando que “existe una reglamentación aeronáutica e institucional donde se determina que los helicópteros no pueden llevar ese tipo de elementos», dijo el general, indicando que también se interrogó al piloto de helicóptero que efectuaba el sobrevuelo en la zona, quien negó la versión”.
Sin embargo, si estas lacrimógenas no fueron lanzadas por el helicóptero y sí por una escopeta antidisturbios, la forma en que se arrojaron ponía en pleigro la vida de las personas ya que, como deben lanzarse hacia abajo para que reboten en la calle reduciendo el riesgo. Ante eso, el general no se pronunció.
Las lacrimógenas registradas en el video bajaban a gran velocidad de forma casi perpendicular a la calle, como si, efectivamente, las arrojaran desde el cielo. A lo que Blue responde: «Lo que se ve es una imagen cortada y se ve el foco del helicóptero y después se ve una parábola de químicos que son lanzados por una escopeta antidisturbios y cae».
En las manifestaciones de mayo en Concepción una estudiante universitaria recibió una lacrimógena directamente en su ojo. Según sus propios relatos, un efectivo policial se posicionó delante de ella y le disparo con la escopeta en pleno rostro.
Cómo se utilizan estas armas ha de ser de conocimiento público. Carabineros, al hacer su trabajo, debería disminuir riesgos de accidente en contra de los manifestantes.
El Ciudadano