COMENTARIO DE DISCOS
TOMÁS GONZALEZ
“LENGUA MUERTA”
AUTOEDICIÓN
2010
“Lengua Muerta”, disco de 14 temas compuestos en su totalidad por González, destaca, principalmente, por su fusión cosmopolita de ritmos, idiomas y temáticas. Su sonido hi fi y los cuidados arreglos ejecutados por variados músicos locales, lo hacen totalmente –y positivamente- radial. Las canciones, que más allá de estilos, están atravesadas de pies a cabeza por el pop, se dirigen en la senda de nombres como Kevin Johansen (en “Jusqa la mort”), Vicentico (en “Volar”, ¡que también tiene un desagradable tufillo a Maná!) o Manu Chao (la que le da el título al disco y la que le sigue, por ejemplo).
Hay algo de bossa, hip hop, negritud, cueca (“¿Quién ha visto mi pañuelo?”), rock (“El planeta de los simios”, con algo de política edulcorada), todo muy cuidado. A pesar de ser, en general, una amalgama diversa un tanto plana (y que evidencia la crisis de identidad de nuestra época) los mejores momentos son cuando González parece encontrar un camino propio y espontáneo. En ese sentido, el autor debería profundizar en letras y temáticas como la de “El pez en el arpón” (single indiscutido), donde se nota más personal y arraigado, y dejar el multiculturalismo como un elemento más -no el principal- de su universo musical.
“RESURRECTION HOTEL”
ALGO RECORDS
2010
Varios años transcurrieron para que el trío compuesto por Benincasa, Maquieira (The Ganjas) y Mariño materializara sus composiciones en un nuevo disco oficial. Atrás quedaron las grabaciones lo fi que podían encontrarse en la red y su homónimo del 2004. Con esta producción la deuda queda saldada, empezando por el cuidado diseño de la carátula y por el sonido de los 11 temas que lo componen.
Claramente, el trío (acompañado de otros personajes de la escena indie santiaguina) sigue en la línea que fusiona folkrock y sicodelia, incorporando, además, unos toques manchesterianos (“Vamps”), y rocanroleros (“9 dollars”, “Low Budget tears”, “Rollin’ Outlaw”) que resultan, a la postre, un tanto constreñidos por su limpieza y pulcritud.
Lo etéreo de las letras y la instrumentación (principalmente acústica) de las canciones, la voz de Maquieira (en varias ocasiones doblada), la batería mínima, las cuerdas de banjo, lap steel, piano y contrabajo, logran crear una cierta atmósfera entre oscura y glamorosa (“Mr. Light”, “Bleedin’ together”). Sin embargo, cuesta encontrar algún dejo de real malditismo rocker, quedando el resultado entre la pose y el ejercicio de estilo (quizás por eso el nombre del grupo). De todas maneras, si uno anda buscando sólo música y no músicos atormentados en su miseria, no es difícil disfrutar de este disco.
Lo que si sorprende gratamente y le otorga un sabor inédito son las canciones donde Mariño se hace cargo de la voz. Las únicas en español (“Primitivo”, “Lamento tequilero”), suenan folclóricas, salvajes, y en ellas es donde puede encontrarse algo desgarrador y casi espontáneo, como los tragos de whisky sin hielo a los que Neil Young hace referencia en alguna entrevista.
“CÍRCULO”
FONDO DE LA MÚSICA
2010
Grabado, principalmente, en los estudios Triana de Gonzalo Gonzalez, por J. Pablo Bello, “Círculo” es un disco que sin ser estilísticamente una pr opue sta que desborde originalidad, sí entrega una voz propia, especialmente, en lo referido al concepto que se esconde tras las letras, la voz y el tratamiento de las canciones.
Más allá de la (obviamente) pulcra calidad de sonido, es interesante constatar en esta propuesta la conjugación de unos elementos líricos cuidados, con un puñado de canciones que destacan por los arreglos, que, no obstante, cumplen una función que suma.
Una voz teatralizada que no resuena gratuita ni llega a cansar del todo, letras que transitan por temáticas románticas, sociales, ecológicas, existenciales y otras ambigüedades, y canciones que van desarrollándose con personalidad, mediante quiebres cuasi-progresivos y un tratamiento notable de la segunda guitarra, configuran un trabajo de pop rock que no teme pisar la distorsión ni ralentizarse en delicadas baladas (post) rock (“Urama”).
Hay un dejo épico en “Círculo” –tanto por unos guiños que querría para sí cualquier banda de heavy metal y por el aire mí(s)tico de ciertas canciones- pero que se acompaña de un particular sentido del humor (y del amor) y de la política, así como de un equilibrio entre lo abstracto y lo cotidiano que lo acerca, a ratos, a la poesía de Antonio Luque o El Niño Gusano.
“Círculo” es un disco que habla bien de la capacidad de digestión del cuarteto, una vez que reutiliza y transforma, apropiándose y dando vida a un nuevo engendro.
«GENERADOR MENTAL»
CORAJE RECORDS
2009
Esta reseña es póstuma, pero necesaria. Grabado y masterizado por GM y por Juan Okuma, mentor de Coraje Records, este disco homónimo plasma en 11 canciones la fuerza y prolijidad de uno de los buenos tríos que se ha visto en los peores escenarios santiaguinos de los últimos años.
Con una formación de dos guitarras y batería, a la que después de esta grabación se unió Pedro Tapia en bajo, GM transita por el rocanrol enbarrado con una buena de dosis de punk y flirteos sónicos. A pesar de que su sonido es moderno, ecos en las voces y guitarras, así como puntuales toques de armónica, evocan el pasado de manera sutil.
Siguiendo estructuras tradicionales, son las figuras y arreglos en las cuerdas lo que enriquece las canciones. La misión en la voz y en la guitarra solista se hace intercaladamente entre Víctor Zamorano y Oscar Flores, percibiéndose claramente las direcciones de ambos. A fin de cuentas, en el duelo, quien gana sólo son las canciones. Las letras son típicamente rocanroleras (Canito, Calvario) y los matices rítmicos (Me eligieron para cadáver), atmosféricos (La muralla del sol ardiente) o temáticos (El muerto) entregan la necesaria variedad que el desarrollo de la historia exige.
Hoy, GM tiene una reencarnación, Hombre Bestia, en la que participan Luis Valdebenito (batería), Tapia y Flores. Su repertorio es menos complejo en cuanto a composición, rescatándose algunas canciones de GM. Sin embargo, la potencia y espíritu son los mismos, consolidándose como una excelente banda en vivo y bajo los efectos de algún trago.
Hoy, GM puede descargarse desde Internet y varias canciones inéditas ya registradas podrían ver la luz en cualquier momento.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano
Publicado en «Onda Corta», espacio de música de El Ciudadano, edición nº 98 y nº 104, 2011