Esta historia te sorprenderá. Las trillizas Garrison debieron afrontar graves problemas de salud desde el momento en que nacieron. Ellas llegaron al mundo pegadas y su caso era difícil, ya que eran gemelas siamesas y estaban unidas al nacer, los médicos estaban preocupados y hacían todo lo posible para poder darles una esperanza de vida. Todos pensaron que solo vivirían unos días pero gracias a una proeza médica hoy lucen hermosas a sus 13 años.
Pero la historia ha sido trágica, ya que la madre de las pequeñas no pudo hacerse cargo de ellas y terminó dándolas en adopción y estaban completamente solas ¿Quién vería por su bienestar y pagaría sus costosos cuidados? Parecía que estos angelitos estaban condenadas a morir.
Pero justo cuando las cosas parecían empeorar cada día más, una luz iluminó el destino de estas bebitas y una pareja de muy buen corazón se enteró de la situación de las pequeñas y sin pensarlo dos veces tomaron la noble decisión de acoger a las pequeñas y hacerlas parte de su familia que ya incluía a tres niños más, sin duda los gastos médicos serían altos y los días de cuidados interminables, pero para estos padres no existían obstáculos imposibles que el amor no pudiera vencer.
Darla y Jeff Garrison, que eran una familia de un nivel económico promedio y sin muchos lujos decidieron adoptar con gran amor a las pequeñas, gracias a su esfuerzo lograron juntar los fondos para que Mackenzie y Macy fueran separadas y tuvieran la esperanza de vivir una vida normal e independiente.
La peligrosa cirugía requirió de mucha preparación ya que primeramente debían estirar su piel con expansores. Las pequeñas de tan solo 9 meses fueron sometidas a una dolorosa cirugía que duró al menos unas 24 horas, donde sus cuerpecitos fueron separados con mucho cuidado, afortunadamente todo salió como se esperaba y aunque la recuperación fue larga y difícil estas pequeñas lucharon cada día como todas unas guerreras.
Años después de la cirugía Darla y Jeff pudieron adoptar a las tres niñas de forma oficial, ahora junto al resto de sus hijos viven cómodamente en una granja a las afueras de Iowa, Estados Unidos. No hay duda que estas chicas han sido bendecidas con una buena familia que las ama y las respeta tal y como son.