Este domingo se emitió un nuevo capítulo de «Doble Tentación» que estuvo marcado por la salida de Silvina Varas, quien no aguantó más estar dentro del programa.
Tras su renuncia, la joven lanzó duras acusaciones hacia la producción del programa, acusándolos de editar el programa y dejarla mal frente al público, perder 8 kilos dentro por lo mal que lo estaba pasando, darle tranquilizantes y esconderla, amenazarla con multas si abandonaba el espacio televisivo, entre otras cosas.
Es por eso que Ignacio Corvalán, quien es el productor ejecutivo del reality, decidió entregar su versión de los hechos: «Ningún participante está obligado a estar en el reality si no quiere. Ella firmó libremente el contrato en mi oficina, entendiendo las obligaciones y derechos que el mismo contrato establece. En él se indica que el abandono tiene una consecuencia legal, que la hace cumplir el área legal del canal, no la producción del programa. Ninguna persona amenaza a algún participante ni a nadie, esto no es una cárcel. Es una acusación grave, sin fundamento. Solo si es necesario y previa conversación con quien lo solicita, se les recuerda lo establecido en el contrato que firmaron, ya que muchos no se acuerdan», señaló en una entrevista a LUN.
También detalló el tema de los tranquilizantes y el insomnio que sufría Silvina: «Como parte del servicio médico algunos participantes solicitan apoyo farmacológico, que es evaluado por los doctores. Ellos determinan si es necesario o no, o si es recomendable derivarlo a otro especialista que evalúe el caso. Lo que plantea Silvina fue conversado por ella y por la doctora jefe del equipo médico. Si la sicóloga no recomendó su salida antes fue porque no lo consideró necesario«.
Según lo señalado por Corvalán, cada día se graban las 24 horas, sin embargo, se seleccionan 80 minutos: «claramente hay una edición, pero el criterio de selección de lo que va al aire pasa por lo que es más atractivo como historia para el público. No es primera vez que un participante se siente perjudicado por la edición, pero la realidad es que nosotros no inventamos lo que ellos hacen en el reality. Si al verlo al aire no les gusta, es algo que no podemos manejar«.
Para finalizar, señaló que tanto Silvina como el resto de los participantes deben hacerse cargo de sus actos: «tienen que hacerse cargo, como adultos que son, de sus actos, les guste o no verlos en pantalla (…) Entiendo que no le pueda gustar lo que ve, pero es lo que ella hizo, nadie la obligó. En cada conversación que tuve con ella, durante los meses de grabación, y en las conversaciones que tuvo con el equipo de contenidos, siempre insistió en que quería seguir en el reality».