Generalmente creemos que la tecnología es cada vez más desechable, y la mayoría del tiempo no nos equivocamos: es hecha así para que sea más barata. Sin embargo, detrás de cada pieza de tecnología, hay un equipo de ingenieros y diseñadores que se han esforzado para que las cosas funcionen lo mejor posible durante el tiempo que deben durar.
Y es que, aunque no lo creas, esta cámara pasó 2 años bajo el mar. Pertenecía al equipaje de una familia que estaba viajando en una pequeña embarcación que naufragó y, aunque todos salieron con vida, perdieron muchas de sus cosas para siempre.
O al menos eso creían, hasta que el bote fue rescatado, incluyendo esta cámara con su memoria intacta.
Ninguno esperaba que a tarjeta de memoria de la cámara funcionara aún, y que los recuerdos de esas preciosas vacaciones estuvieran allí, intactos y sepultados en medio de una infinidad de criaturas marinas.
No obstante, la cámara probablemente no vuelva a funcionar.
A veces descartamos la tecnología muy pronto, acusando a la obsolescencia programada de obligarnos a comprar cosas y más cosas. Pero es increíble que esta memoria sobreviviera a dos años bajo el agua la salada del océano.