Hace exactamente cuatro años, en 2013, se realizaron las primeras primarias legales en Chile que decidieron a los candidatos que compitieron en la elección presidencial posterior, que ganó Michelle Bachelet.
El conglomerado Chile Vamos llevó a competir a Andrés Allamand y Pablo Longueira.
Este último batió por un poco más del 51% a su contendor, pero unos días después se bajó de la primera vuelta por un supuesto estado depresivo (en su lugar quedó Evelyn Matthei; lo que ocurrió en segunda vuelta es historia conocida).
Para las disputas de primarias, que se realizaron el 30 de junio, el fundador de la UDI abrió una cuenta en el banco BCI para recibir recursos que ocuparía en su campaña.
Una investigación de Ciper reveló este jueves que Longueira declaró ante el Servel gastos por $885,8 millones de pesos, cuando en realidad, antes de que esa cuenta corriente fuera cerrada, se utilizaron más de $1.000 millones.
El desglose de las platas
El punto polémico se da a la hora de hablar de una de las alternativas que ofrece Servel para recibir fondos; los «aportes anónimos». Bajo este concepto, Ciper explica que el entonces candidato de la UDI declaró $71,5 millones; cifra que no se condice con la realidad, puesto que recibió un total de $366 millones por parte de personas no identificadas –hasta noviembre de 2013.
Lo más grave, a su vez, tiene que ver con los traspasos de fondos realizados desde esta cuenta del BCI a personas relacionadas a la UDI y a Longueira; traspasos que tampoco fueron declarados ante el Servel y que podrían explicar la cantidad de dinero que dista entre la cifra presentada y la real.
Entre los depósitos a distintas personalidades, destacan $94,4 millones entregados a Bruno Vera –junior de fundaciones relacionadas a Longueira– mediante cuatro cheques entre el 30 de mayo y el 8 de julio. A esto se suman los $23,3 millones entregados desde la cuenta del BCI a Carlos Sepúlveda Espinoza, junior de la UDI y formalizado por la emisión de 30 boletas ideológicamente falsas, por más de $87 millones, en el caso Soquimich.
También se registra una transferencia sin rendir ante Servel a Esteban Gal Oliva por $28 millones. Este es el hombre detrás del Centro de Estudios Socales (CIS).
Por último, y dentro de una lista que continúa, Ciper halló un pago a Carlos Feres, militante de la UDI y asesor de Longueira para la ley de pesca. Fueron $19 millones de pesos.