La caza de animales salvajes es un tema muy controversial hoy en día. Hay muchísimas personas en contra de esta práctica, alegando que matar especies salvajes (muchas de ellas en peligro de extinción) simplemente por diversión va y exhibirlos como trofeos no es lo mismo que hacerlo para alimentarse. Sin embargo, hay otro gran grupo de ellas que lleva practicando la caza desde hace muchos años, probablemente transmitiéndose de generación en generación y perdurando hasta nuestros días. Esto ha dado lugar a que en Facebook y otras redes sociales se hayan visto publicaciones de personas que no tienen reparo en mostrar a los animales abatidos.
Sin ir más lejos, hace aproximadamente un mes, salió a la luz la noticia de Theunis Botha, un cazador sudafricano profesional, el cual murió durante una cacería en Zimbabue aplastado por un elefante. Botha no dudó en disparar a tres de las crías que se encontraban con su madre elefante, y de repente, apareció un cuarto ejemplar que le envolvió con la trompa y lo zarandeó en el aire. Otro integrante de la expedición que se encontraba con él, quiso intervenir disparando al animal, pero este se desplomó encima de Theunis y le provocó una muerte instantánea.
Esto generó una gran cantidad de comentarios al respecto, la mayoría de los cuales haciendo referencia a que “por fin, el karma, había hecho su trabajo”, y otros hablando del “tiempo que llevaban esperando este momento”. ¿Es correcto alegrarse de la muerte de una persona que se ha dedicado toda su vida a arrebatarle la vida a animales salvajes y exhibirlos como trofeos? Muchos internautas responderían de manera afirmativa. Sin embargo, hoy traemos otro nuevo tema que ha salido a la luz con respecto a la cacería, no dudes en echar un vistazo a la página siguiente…