Al menos seis policías afganos murieron y catorce resultaron heridos en varios bombardeos de las fuerzas aéreas estadounidenses que alcanzaron por error un puesto de control y una patrulla de la Policía afgana en la provincia de Helmand, en el suroeste del país.
«Los bombardeos aéreos se llevaron a cabo anoche (viernes) contra (miembros de) la Policía de Fronteras de Afganistán, hasta ahora se ha confirmado la muerte de seis policías y otros catorce se encuentran heridos», indicó a EFE una fuente del Gobierno provincial, que pidió el anonimato.
La fuente señaló que el número de víctimas puede aumentar debido a que los bombardeos contra un puesto policial y un grupo de policías, que se encontraba patrullando, fueron «varios» y tuvieron lugar en el distrito de Nad-Ali.
Omar Zwak, el portavoz del gobernador de la provincia de Helmand, confirmó a Efe el incidente e indicó que hay varios miembros de las fuerzas de seguridad fallecidos y heridos, aunque no especificó cuántos. «No podemos ofrecer más detalles ya que estamos actualmente investigando el incidente», afirmó.
Las fuerzas de Estados Unidos también confirmaron lo ocurrido en un comunicado en el que trasladaron sus «profundas condolencias» a las familias de los afectados por «este desafortunado incidente». «Personal de las Fuerzas Nacionales de Seguridad Afganas (ANSF) murió y fue herido en operaciones nocturnas en la provincia de Helmand», indicó la nota en la que también se recoge que hay una investigación en marcha «para determinar las circunstancias específicas que provocaron este incidente».
Un portavoz talibán, Qari Yusuf Ahmadi, dijo a través de la red social Twitter que los miembros de las fuerzas de seguridad se habían infiltrado en esta zona para llevar a cabo una emboscada contra los talibanes, pero que «decenas» de policías murieron por los bombardeos.
Helmand es una de las demarcaciones más inseguras y conflictivas de Afganistán y la provincia donde más territorio controlan los talibanes. En este momento, 8 de los 14 distritos de la provincia están bajo control o amenaza de los talibanes, según el Inspector Especial General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de EEUU.
La violencia se ha incrementado en Afganistán desde el final de la misión de combate de la OTAN en el país el 1 de enero de 2015 en medio de un avance de los insurgentes, que han reducido el territorio en manos del Gobierno a apenas un 57% del total, de acuerdo con SIGAR.