El académico Francisco Castañeda aseveró que a mediano plazo, se podría apreciar un descenso del precio del cobre y, simultáneamente, mayor volatilidad en el tipo de cambio.
En medio del vaivén de las bolsas de comercio en el mundo y la caída sostenida de varias de ellas, incluida la de Santiago, existe claridad que habrá una desaceleración de la economía internacional y que esto repercutirá negativamente en la economía chilena. Así lo cree el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Francisco Castañeda, quien sostuvo que la mayoría de las proyecciones del PIB chileno para 2012 están bajo el 5 por ciento.
Según el experto de la Usach, hay noticias preocupantes: “Mientras la mayoría de las proyecciones anticipan un mayor crecimiento para Estados Unidos el año 2012 (2,4%), lo inverso ocurre con Europa Occidental (1,6%) para el mismo año. Ciertamente son cambios pequeños dentro de un rango más bien moderado. Por tanto, todo indica que habrá desaceleración por el lado de la demanda del mundo desarrollado y esto afecta claramente al comercio internacional y a una economía como la chilena”, explicó Castañeda.
Descenso del precio del cobre
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que el escenario más probable no es de una recesión mundial, como se vivió en 2009, en lo que coincide nuestro economista, quien cree que “la probabilidad de recesión es baja, menos de un 20%, pero existe en forma real”.
Consultado por los efectos de una eventual crisis financiera internacional para la economía chilena, Castañeda aseveró que, a mediano plazo, se podría apreciar un descenso del precio del cobre y, simultáneamente, mayor volatilidad en el tipo de cambio.
“Ciertamente el sector exportador chileno no ligados al cobre, tiene un claro problema de competitividad para poder mantenerse con los actuales niveles cambiarios. Y el margen de la autoridad monetaria y fiscal, se ha ido agotando para revertir lo que es irreversible al menos en el mediano plazo: una debilidad global de la moneda norteamericana”, acotó Castañeda.
La bonanza de los commodities ha generado excedentes en las arcas fiscales (cobre, soya, crudo, etc). Pero en la mayoría de los países de la región no se observan cambios estructurales asociados con un proceso intenso de mayor valor agregado, una mayor diversificación exportadora o una recomposición de sectores productivos. Es un crecimiento basado en mayores precios de estos productos básicos de exportación, asegura el economista.
Según Castañeda, esta desaceleración global podría afectar el empleo en el 2012, en los sectores sustituidores de importaciones y exportaciones, lo cual es consistente con la menor proyección de crecimiento de la economía chilena para el próximo año.
Por Mauricio Acuña
El Ciudadano