La demanda mundial de carbón volvió a caer luego de un primer año de baja. La tendencia se observa en muchas naciones –desarrolladas y en desarrollo. Es una buena noticia, puesto que esta fuente de energía es la peor en términos ambientales.
El último informe de BP, que detalla el consumo global de energía en 2016, muestra el declive del carbón por segundo año consecutivo, con una caída del 1,7%. China lidera este cambio, y el Reino Unido también está entre los primeros.
«Este cambio refleja factores estructurales: la creciente disponibilidad y competitividad del gas natural y las renovables, combinadas con la presión social y gubernamental para dar el salto hacia [recursos] más limpios y bajos en emisiones de carbono», dice Spencer Dale, economista de BP, citado en IFLScience.
China protagoniza este cambio; la nación ha mistrado un abaja en el uso del carbón por tercer año consecutivo, que en 2016 fue de 1,6%. El país ha introducido medidas para reducir la extracción y el consumo. Esto tuvo un efecto de declive de 7,9% en la producción doméstica el mismo año.
A pesar de la evidencia que muestra que el carbón resulta nefasto como fuente de energía masiva, y de los esfuerzos globales que se hacen para alejarse de su uso, algunas naciones siguen fomentando su extracción. Australia está a punto de aprobar la enorme mina de carbón Carmichael,. Si se construye será la más grande del mundo e implicará transportar el carbón a través de la Gran Barrera de Coral. El arrecife está pasando por un segundo evento de gran blanqueamiento en dos años, debido en gran parte a la quema de carbón. Es por esto que la construcción de la mina en Queensland resulta ser «una ironía en su forma más cruel», escribe Josh Davis para IFLScience.
De todas maneras, gran parte del mundo está remando hacia un mismo lado, y los países rezagados tendrán que adaptarse tarde o temprano. Es de esperar que nos ea demasiado tarde.
El Ciudadano