Los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica nos debemos al compromiso social como una labor ineludible. Así lo ha demostrado el gran número de carreras que ha decidido dejar de lado una privilegiada educación, optando por la paralización de actividades que sin duda alguna resulta más agotadora que la rutina curricular. Quienes adherimos al paro lo hacemos porque necesitamos la creación de una orgánica propia que contribuya al diálogo entre alumnos de diversas disciplinas, profesores y funcionarios. De esta manera se hace posible generar y compartir conocimiento, estableciendo posturas y uniéndonos en un trabajo activo en torno al tema de la educación, labor que nos es imposible llevar a cabo en un contexto normal de actividades académicas.
Se nos da el argumento de que ambas actividades no son excluyentes, el cual compartimos, sin embargo entendemos también que la urgencia e importancia de la coyuntura, ya no solo estudiantil, sino social, requiere de una dedicación absoluta e inmediata. De este modo, nuestra decisión no es un capricho, sino que representa la más honesta y profunda convicción de entregarnos por completo en la lucha por la recuperación de un derecho humano cultural, hoy inmerso en un sistema lleno de irregularidades.
La decisión de la paralización de actividades académicas y posterior trabajo orgánico como territorio de Humanidades se ha visto dificultado por la falta de conciencia cívica de organismos superiores que, no acatando la decisión democrática de la inmensa mayoría como así lo señala el quórum de las votaciones, deslegitiman las decisiones estudiantiles. Esta violación a nuestra democracia nos ha llevado a la acción de tomar las dependencias de las facultades de Letras, Filosofía e Historia, comprendiendo en su conjunto el territorio de Humanidades. Esto corresponde a un hecho forzado, cuya responsabilidad no está en nosotros los estudiantes, sino en una institución universitaria que censura explícitamente la participación y decisión de cierta forma política de pensar y de hacer, aun cuando esta es la voluntad de la inmensa mayoría de los estudiantes de nuestro territorio.
Esta ocupación pacifica es un llamado de atención al país. Es un gesto ante la falta de respeto por parte de las autoridades de las decisiones que democráticamente tomamos. Es por esto que invitamos a nuestros compañeros a participar en las actividades que hace días se están realizando en nuestro territorio. Este es un espacio abierto para todos los estudiantes de humanidades y toda la comunidad que compone a la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Hoy amanecimos en toma porque creemos que el compromiso social es nuestro verdadero deber y trasciende esta violación a la democracia que venimos sufriendo. Formamos parte activa de una lucha social que ha derribado fronteras y colores políticos, en una sociedad que anhela la reestructuración de un sistema educacional corrompido. Como estudiantes conscientes y libres, ciudadanos de un país que ha trabajado fuertemente por recuperar su democracia, necesitamos que aquí en nuestra propia universidad se vele por ella, por lo que exigimos que nuestra voz no solo se escuche, sino que se respete.
Estudiantes Humanidades de la Pontificia Universidad Católica
Última Hora:
Después de que un grupo de alumnos de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica decidiera tomarse la misma, un grupo de carabineros actuó con extrema violencia, desalojando a punta de lumas, lacrimogenas y perdigones que disparaban a quemarropa. A pesar de que el rector de la facultad había anunciado que daría la garantía de que los alumnos podrían retirarse de forma tranquila, aviso que los estudiantes aceptaron y por lo cual accederian a retirarse, la acción no se pudo concretar pues inmediatamente los carabineros de fuerzas especiales actuaron de la forma antes mencionada.
Varios alumnos se encuentran detenidos y otros heridos por los perdigones que utilizo carabineros.