Esta semana comenzó la franja electoral correspondiente a las primarias presidenciales del próximo 2 de julio. En un lado, los representantes de la coalición de derechas, Chile Vamos: Sebastián Piñera, Felipe Kast y Manuel José Ossandón. En el otro, los precandidatos del Frente Amplio, Beatriz Sánchez y Alberto Mayol.
El pasado jueves fue la segunda tanda de registros audiovisuales. En televisión vimos promesas, mensajes vacíos, alegría y harta bandera chilena, entre otras muchas cosas que a continuación detallamos en El Ciudadano.
Alberto Mayol: el ausente
Para esta segunda entrega, la candidatura del sociólogo Alberto Mayol decidió poner en pantalla una serie de piezas, mezclando animación y registros documentales, para comunicar sus propuestas. A diferencia del primer día, la imagen del candidato no aparece en el espacio.
Respecto de las propuestas, dos observaciones. Sobre el «tren de alta velocidad de Arica a Puerto Montt», si bien explica el financiamiento, no informa cuál es su costo. Los electores imaginamos que una obra de esa magnitud necesitará un presupuesto altísimo. En relación al tren transpatagónico, nada se dice sobre su impacto ambiental, asunto sensible si pensamos en otras intervenciones pensadas para la zona: Hidroaysén y el canal artificial impulsado por Pablo Longueira.
Para el final quedó la descripción de un futuro apocalíptico que hace parar los pelos: «En pocos años más se perderán millones de empleos por la robótica. Subirá el nivel del mar y se hundirán poblados costeros. En pocos años, más de la mitad de los chilenos tendrá solo la pensión mínima. En algunos años es probable que haya una gran guerra y que los países luchen por agua dulce. En pocos años el mundo será menos habitable y la deuda será inmanejable y habrá otra crisis económica», se afirma en la última fracción del video.
Beatriz Sánchez: también tiene expertos
En esta y otras campañas, ha sido recurrente escuchar a los partidarios del duopolio Chile Vamos – Nueva Mayoría que las candidaturas por fuera del binomio no cuentan con elencos para conducir el gobierno.
La primera parte de la franja de la periodista se encarga de responder a este cuestionamiento, mostrando a un grupo de profesionales ultra calificados y partidarios de «hacer un Chile distinto». De esta forma, desfilan en el registro Nicolás Grau, doctor en economía de la Universidad de Pennsylvania; Yerko Ljubetic, ex ministro del Trabajo durante el gobierno de Ricardo Lagos; Claudia Sanhueza, doctora en economía de la Universidad de Cambridge; y Karol Morales, doctora (c) en psicología social de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Un segundo momento del espacio de Bea Sánchez muestra un espectáculo de stand-up comedy, en el que participan reconocidos exponentes. León Murillo, Jani Dueñas, Rodrigo González, entre otros, sugieren por medio de la comedia temas como la descentralización, el debate sobre el consumo de marihuana y los paraísos fiscales.
Una provocación final: si en las franjas de la Concertación, los agentes del mundo de la cultura estaban representados por los actores de las teleseries de TVN, ¿los comediantes cumplen esa función en el espacio de Beatriz Sánchez?
Felipe Kast: ¡Qué miedo!
¿Por qué mostrar una suerte de biografía del candidato? ¿Por qué se muestra a Kast como un tipo que «le gusta el pan con palta y siempre deja abierta la pasta de dientes»? Porque es un personaje a kilómetros del chileno promedio. Tiene apellido raro, es rubio, alto y proviene del corazón de la élite. Siendo de derecha e hijo de un ministro pinochetista, se dio el gustito de «estudiar marxismo» en La Habana.
Como sólo se defiende aquello que está en peligro, tiene que realizar un esfuerzo extraordinario por mostrarse como una persona común y corriente, lo que paradójicamente revela que la vida de Felipe Kast constituye una excepción, alejada del derrotero que seguirá la mayoría del país.
Pero la franja del candidato de Evópoli nos dejó más, ya que mostró un proyecto político centrado en una persona y un relato espeluznante: «Porque cuando a Felipe se le mete una idea en la cabeza, no hay cómo detenerlo»… ¡Qué miedo!
Dos dudas finales: 1) Kast propone reducir el IVA de 19 a 17%. Ya que el diputado ha insistido tanto en la responsabilidad individual y los deberes de las personas, la pregunta que emerge es la siguiente: ¿A cambio de qué?
2) ¿Alguien podría explicar qué carajo es «hacer de Chile el laboratorio natural del mundo»?
Manuel José Ossandón: Mea Culpa
El equipo del ex alcalde de Puente Alto decidió dedicar su espacio a criticar la controvertida Ley de Pesca, aprobada en el gobierno de Sebastián Piñera. En este intento, se registran dos situaciones llamativas.
La primera: aparece el candidato conversando con un pescador artesanal. Es de noche, Ossandón viste un abrigo y la mitad de ambos rostros está cubierta por una sombra. La escena roza el paradigma desarrollado por Carlos Pinto en el extinto Mea Culpa.
La segunda: cumpliendo cabalmente con las expectativas, el espacio es aprovechado para tirarle palos a Piñera. «El billete no puede seguir mandando la política, que mande las empresas que quiera, pero la política no la puede mandar», dice el candidato en un momento. En otro registro, se aprecia a un pescador rayando la cancha: «Ningún pescador bien nacido puede votar por Piñera. Puede votar por cualquier candidato, pero no por Piñera», asevera.
Pregunta: ¿Se infiere, entonces, que los pescadores que votan por el empresario son unos mal nacidos?
Sebastián Piñera: nacionalismo
Banderas, muchas banderas chilenas. Banderas en volantines, bandera Bicentenario, bandera en un bote o en la mina San José. Banderas en manos de los presidentes del período post dictadura, banda presidencial, aviones dejando líneas de humo con colores blanco, azul y rojo… así fueron los primeros segundos de la franja piñerista.
Hasta que llegó el momento para los mensajes vacíos, carentes de contenido y propuesta. Una serie de adultos mayores, disciplinados votantes, aparecen expresando mensajes como los siguientes: «A mí siempre me ha gustado Piñera», «Con Piñera se vienen Tiempos Mejores, mucho mejor», «¡Se vienen Tiempos Mejores mierda! ¡Porque vamos a ganar si Dios quiere!».
Siguiendo esta línea, Cecilia Morel, esposa de Piñera, dice que los adultos mayores merecen «una vida plena» y que «debemos comprometernos a hacer del final de la vida, la mejor parte de ella, tratando a la vejez de forma diferente, con inclusión, cariño y sobre todo, respeto». Nada de planes concretos, sólo palabrería.
Más consignas: «Esperamos un cambio, un cambio. Y yo sé que con él va a haber cambio». «Porque él cumplió en todo sentido». «Estuvimos bien con el gobierno de Piñera». «Una persona preocupada de los adultos mayores y que con la señora (Morel) va a ser mejor este año, como que tiene proyectos ella, para nosotros». «Por mi presidente Piñera voto, porque él hace muchas cosas buenas».
¿Pueden ser confiables estos mensajes, considerando que en el gobierno de Piñera adultos mayores fueron engañados para asistir a la cuenta pública presidencial en Valparaíso, ofreciéndoles jugos, galletas y Chocman para compensar un paseo a la playa que nunca llegó?…