Dicen por ahí que el mundo se divide en dos clases de personas: los que duermen con calcetines y los que no. Por regla general, los “calcetineros” son también el grupo menos comprendido. Sin embargo, un reciente estudio, llevado a cabo por el Laboratorio de Sueño en Basilea, ha revelado que dormir con calcetines induce y mejora la calidad del sueño.
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Se monitoreó el sueño de varias personas jóvenes y sanas con y sin calcetines, comprobando que aquellos que llevaban los pies cubiertos, se dormían más rápido y también disfrutaban de un sueño más calmado. El secreto podría estar en la temperatura.
Al parecer, logramos conciliar el sueño más fácilmente cuando nuestras extremidades están calentitas y los vasos sanguíneos se dilatan. Los calcetines ayudan a que este momentos se produzca antes que entre las sábanas, reduciendo también la pérdida de temperatura durante la noche si nos desarropamos.
Cuando las extremidades se calientan, la temperatura del tronco disminuye, se aumenta la producción de melatonina y el sueño nos invade.
Sin embargo, y aunque los calcetines nos protejan de la pérdida de temperatura durante la noche, para todos los que no quieren usarlos, existen otros métodos de provocar la vasodilatación de las extremidades y facilitar el sueño.
Una ducha caliente antes de dormir, un baño de pies relajante, colocar una manta extra en la zona de los pies o una bolsa de agua caliente darán el mismo resultado. Eso sí, si decides dormir con calcetines ¡qué sean limpios!
Vía: La Voz del Muro