Rechazo desde el mundo de las ciencias a disminución de esa asignatura en enseñanza media

Investigadores e investigadoras critican "un proyecto de educación de pinceladas" en el que "no hay nada profundo para los alumnos”. Y agregan que el profesorado queda en una situación de mayor vulnerabilidad: “¿cuántos profesores se verán afectados por esto?... Es un camino pensado solamente por el ahorro, para producir una educación cada día más pobre”.

Rechazo desde el mundo de las ciencias a disminución de esa asignatura en enseñanza media

Autor: Javier Paredes

Sobre la base de un diagnóstico en que el Ministerio de Educación (Mineduc) reconocía la necesidad de reformular el currículo para Terceros y Cuartos Medios para una necesaria modernización, pero también con el objetivo explícito de responder a demandas sociales, es que se abrió un proceso que se mantiene bajo el escrutinio académico y ciudadano.

Se trata de la campaña orientada a asentar las “Bases para el Futuro” de los contenidos obligatorios de la educación secundaria, iniciativa a partir de la cual el Mineduc persigue la definición de un piso común para la educación artística, técnica y científico-humanista.

A comienzo de marzo del presente año se presentó el documento respecto del cual se abrió la etapa de consulta ciudadana. El trabajo venía acumulado de 2016, año en que se inicia el proceso, del cual participaron hasta diciembre 355 personas en entrevistas grupales (profesores, estudiantes y funcionarios) y 269 personas, representando a 115 instituciones en las reuniones con organismos de la sociedad civil.

El 3 de marzo del presente año se lanzaron las jornadas de reflexión en los establecimientos educacionales. El Mineduc informó en la ocasión que, con el apoyo de UNESCO, PNUD y Fundación Chile, estaban implementando “un proceso de consulta pública que permita recoger impresiones, sugerencias y opiniones, de diversos actores de la sociedad, para perfeccionar y enriquecer la propuesta curricular”. Esta fase del proceso culminaría el 30 de marzo.

El sitio oficial no informa sobre los avances del proceso. Se consideraba que el mes de mayo habría condiciones para realizar una sistematización del proceso consultivo, de modo que en junio ingresaría al Consejo Nacional de Educación (CNED). Por el contrario, el tiempo parece haberse detenido a mediados de marzo.

Según indica el documento de propuesta, se sintetizarían en el currículo mínimo las asignaturas de Física, Química y Biología en una asignatura de Ciencias Naturales, cuya duración sería idéntica a la asignatura optativa de Religión (ver infografía oficial del Mineduc).

Críticas desde la sociedad civil

La respuesta desde las organizaciones científicas ha sido contundente. La vicepresidenta de la Academia de Ciencias, Cecilia Hidalgo, argumentó que una deficiencia fundamental a la hora de dar este debate es la valoración de los profesores y técnicos: “me parece que hay que dar a las personas que van a educar a nuestros niños el respeto que se merecen por el aporte que están haciendo en la formación de estudiantes y personas del futuro».

Patricia Vargas, quien es directora del Regional Metropolitano del Colegio de Profesores, argumenta en la misma línea que Hidalgo. Señala que las Ciencias vienen retrocediendo del currículo desde hace algunos años atrás y critica que “estamos frente a un proyecto de educación de pinceladas, no hay nada profundo para los alumnos. Y eso duele”. Respecto del rol de las y los profesores, interroga: “¿cuántos profesores se verán afectados por esto?… Es un camino pensado solamente por el ahorro, para producir una educación cada día más pobre”.

Por su parte, también emitió una declaración la Sociedad Chilena de Física (Sochifi). Gonzalo Gutiérrez miembro de la instancia, cuestionó la equivalencia horaria entre las Ciencias y la Religión en colegios y liceos: “¿Por qué se gasta 76 horas (anuales) en la enseñanza de Religión, siendo el Estado chileno un Estado laico, y no se usa ese tiempo para la alfabetización científica de la población escolar, tan necesaria hoy como se argumenta en el propio documento?”.

Otra de las críticas es la que plantea el investigador de la Universidad de Chile, Eduardo Menéndez. Éste indica que el objetivo formulado por el Mineduc, de “profundización y aplicación de conocimientos clave de la Física para el entendimiento de la naturaleza en su complejidad inherente”, resulta ambigua e irrealizable. En cambio, sugiere un énfasis orientado a “estimular la curiosidad, la duda y el pensamiento crítico a través del estudio de algunos problemas del mundo actual y de interés ciudadano”.

Otro que a quien no satisfizo la propuesta es al senador Guido Girardi (PPD). El encargado de la Comisión del Futuro señaló que “lo que nosotros queremos es que los niños vivan y practiquen la ciencia”, pues “se les abre un mundo al descubrir que los seres humanos dependemos de otros seres vivos como las bacterias o las plantas”. En ese sentido, argumentó que “esta visión requiere de una metamorfosis en la educación porque está obsoleta, es anacrónica, vertical y autoritaria”.

De este modo, el parlamentario se sumó al consenso de quienes se pronunciaron desde las organizaciones de investigadores científicos, al afirmar que es un “crimen contra la capacidad de experimentar. La ciencia va a gobernar el siglo XXI y nuestros niños y niñas no pueden ser analfabetos en esta materia».


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