Megan Hoyle , una estudiante de 14 años, llevaba luchando mucho tiempo para hacer frente a la violación que vivió a los 12 años, perpetrado por un adolescente de 17 años, que fue encerrado por su ataque.
Cuando la sentencia del atacante se redujo a una simple apelación, la joven se sintió asustada y decepcionada, y pensó que el violador se había «salido con la suya», como muchos hombres, que de hecho cometen actos como este y quedan en total impunidad ante la ley.
Antes de cometer suicidio, tragando un frasco de pastillas, la joven escribió un mensaje de texto a su amigo Christopher que decía:
«Si estás leyendo este mensaje entonces es demasiado tarde, y lo siento. Siento haber roto mi promesa, y no ser lo suficientemente fuerte. No llames a nadie, no llames a una ambulancia, no pienses, solo deja que las drogas entren y me dejen ir tranquilamente».
En su desgarrador texto a su amigo Christopher, ella le pidió que ayudara a sus amigos después de su muerte y se disculpó con sus hermanas Becky, de 28 años, Poppy, de seis años, y su hermano Lee, de 25 años. Dijo:
«Lo siento a quien encuentre mi cuerpo, lo siento por la gente que voy a dejar atrás y por la gente a la que esto va a doler».
La parte más desgarradora de su mensaje es cuando describe cómo después de lo que le ocurrió sintió que había muerto por dentro:
«Yo una vez fui fuerte y hermosa en mi interior, pero esa chica murió cuando yo tenía 12 años, cuando él destruyó mi cuerpo, mi mente y mi alma».
Una historia desgarradora, de una joven que se quitó la vida por la violencia machista que sigue creciendo en el mundo.
Con información de The sun