El diario neoyorquino Wall Street Journal anunció el despido de un veterano periodista, Jay Solomon, por violar sus principios éticos y presuntamente desarrollar actividades empresariales ajenas a su labor informativa, al estar relacionado con un empresario de armas.
Solomon trabajó durante dos décadas en el periódico y era un veterano reportero de la sección internacional. Había cubierto temas claves parar el diario como la proliferación de armas nucleares y el terrorismo. La salida del periodista se conoció poco después de que la agencia AP publicara hoy una extensa nota que apuntaba las relaciones del periodista con un empresario de armas, Farhad Azima, con el que Solomon mantenía una estrecha vinculación.
Al parecer, Azima, un hombre de negocios iraní nacionalizado estadounidense que ha realizado trabajos secretos para Washington y transportado armas a gobiernos extranjeros, intentó sumar a Solomon como accionista de una empresa en formación. Alguna de las comunicaciones entre ambos indican que Solomon llegó a participar como emisario en ofertas de Azima, y otras fuentes confirmaron que el periodista participaba en estos negocios.
Según el Wall Street Journal, que cita partes de esa nota de AP, Solomon llegó a utilizar a ese empresario como fuente de información, aunque la agencia dice que en sus informes periodísticos de los últimos cuatro años nunca lo identificó. «Estamos consternados por las acciones y la falta de criterio de Jay Solomon. Los hechos planteados en ese reportaje son graves», dice el Journal en un comunicado.
«Mientras está en curso nuestra investigación, hemos llegado a la conclusión de que Solomon violó sus obligaciones éticas como reportero, así como nuestros estándares», agrega la nota del diario. En ese sentido, según el Journal, no se ha podido confirmar si Solomon llegó a recibir dinero por las gestiones hechas en favor de Azima ni si llegó a ser accionista de al empresa en formación, Denx.
El periodista reconoció que «claramente» había cometido errores y había incursionado en un mundo que «no entendía», pero negó haber participado en negocios con Azima. «Entiendo que los correos electrónicos y las conversaciones que tuve con el Sr. Azima pueden parecer que estaba involucrado en algunas actividades gravemente preocupantes», añadió Solomon.