Una querella criminal en contra de quienes resulten responsables ante una denuncia por tratos vejatorios de parte de funcionarios de Carabineros presentó el pasado martes el abogado Francisco Jara, en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar.
La razón que motiva esta acción legal transcurrió el 22 de abril de este año, cuando Eliana Pradenas y Verónica Erices asistieron al cine del Mall Marina Arauco en la «ciudad jardín» para llevar a sus hijos a un paseo de fin de semana.
«Los hijos son mayores de edad, pero al ser personas con discapacidad, con distintos grados de autonomía, sus madres los acompañan», explica Jara en conversación con El Ciudadano.
Los problemas comenzaron cuando las mujeres y sus hijos salieron de la exhibición. Según su testimonio, al terminar la película se les acercó una señora y las acusó, ahí mismo, de haberle robado un celular. «Ellas al principio estaban muy desconfiadas; podía ser un pretexto para quitarle los bolsos y todo. Al final, como esta persona seguía acusando, dicen bueno, ya, que vengan los carabineros«, detalla el abogado.
Francisco Jara continúa su relato señalando que a su llegada, los efectivos policiales -en lugar de revisar las pertenencias de las mujeres en las dependencias del centro comercial- fueron detenidas y derivadas a la 1a Comisaría de Viña del Mar junto a sus hijos. Durante el traslado en el furgón de Carabineros habría comenzado el capítulo que se denuncia.
«Las obligaron a desnudarse en un baño indecente»
«Las dos señoras son diabéticas, pero una además es insulino-dependiente, entonces le decía que necesitaba su dosis y el carabinero le decía que en la comisaría tenían de todo, lo cual obviamente no fue cierto», denuncia el jurista. Pese al negativo comportamiento que -de acuerdo a lo acusado- habrían tenido los funcionarios hasta ese momento, todavía faltaba un rato para que se produjera la vejación denunciada por Jara.
El abogado detalla que tanto a las dos mujeres, así como a la hija de una de ellas «las obligaron a desnudarse completamente en un baño indecente». Jara destaca que el lugar dispuesto por los carabineros no habría estado acondicionado para tales fines. «No tenían donde apoyarse o sentarse, tuvieron que tirar su ropa al suelo», apunta.
Al momento de presentar la querella, una de las afectadas fue consultada por la prensa respecto a su denuncia. Al recordar lo sucedido, rompió a llorar. Hasta el día de hoy siguen afectadas, según sostiene Francisco Jara: «Ellas salieron a pasear y terminaron siendo violentadas junto a sus hijos de una manera impensada».