Investigadores han desarrollado un método que podría revolucionar la forma de tratar la depresión. Se ha demostrado que esta técnica, que provoca un cambio en las estructuras neurológicas mediante una pulsión de las ondas magnéticas, ha sido muy efectiva como alternativa a los medicamentos.
La depresión se ha vuelto un problema epidémico que daña a los individuos y a las sociedades, transformándose en una de las principales causantes de discapacidad en países como Estados Unidos. En ese país se calcula que hay más de 15 millones de personas con esta afección de salud mental, mientras en Chile, el último informe de la OMS habla de casi 850 mil personas.
Actualmente la forma de tratamiento más común para la depresión clínica es la medicación, pero las drogas pueden ser inefectivas y tener efectos secundarios indeseables. Por eso se ha trabajado en la búsqueda de formas menos invasivas y amables. La idea es evitar a millones de personas, no solo el dolor de esta enfermedad, sino también los problemas que van de la mano con algunos tratamientos convencionales.
Recientemente, algunos científicos han descubierto que la base física de algunas depresiones está en el cerebro y en algunos genes que la propician. Esto significa que si la depresión es una afección física, se pueden crear tratamientos fisiológicos, en vez de químicos.
Uno de los métodos desarrollados es la estimulación magnética transcraneal (EMT), que se dirige a áreas específicas del cerebro con pulsiones magnéticas.
Ian Cook, director de la Universidad de California en Los Ángeles, dijo que el equipo estaba «cambiando la forma en que están organizados los circuitos cerebrales, es decir, como se comunican unos con otros».
Para el tratamiento, los pacientes se sientan en una silla y un técnico les pone un estimulador magnético en un lugar específico de la cabeza, determinado por calibraciones cerebrales. Los pacientes se someten a este procedimiento por unos días a la semana, durante un período de un mes y medio.
Andrew Leuchter, investigador del Instituto Semel, dijo en un comunicado de prensa que «la EMT es un tratamiento revolucionario», porque interactúa con el cerebro en calidad de órgano eléctrico, en vez de químico.
Mientras los medicamentos para la depresión actúan intentando crear un equilibrio entre los químicos neurológicos, la EMT apunta a los circuitos eléctricos del cerebro.
Este método solo se ha usado en casos de depresión, pero el tratamiento podría eventualmente aplicarse en otros trastornos (principalmente mentales), como la esquizofrenia, la epilepsia, la enfermedad de Parkinson y el dolor crónico, porque ayuda a cambiar la forma en que organizan las redes neuronales.
Nota original en Science Alert
El Ciudadano