1. Los trabajadores chilenos exigimos el fin del sistema de AFP, y el establecimiento de un nuevo régimen previsional y de seguridad social, fundado en la propiedad social con respaldo del Estado y controlado y gestionado por los propios cotizantes.
2. Hasta hoy, la especulación financiera en el extranjero a la que han apostado las administradoras privadas de fondos de pensiones con nuestros ahorros, significa una pérdida de alrededor de 30 mil millones de dólares. Este hecho nos condena y condenará a jubilaciones de miseria. Es cuestión de revisar cada una de nuestras cartolas.
3. El sistema de AFP fue impuesto a comienzos de los 80’ por la dictadura militar, bajo un régimen de capitalización individual para beneficio de los capitales extranjeros y nacionales dueños de las AFPs. La Reforma Previsional del gobierno de Bachelet constituye un grosero salvataje de las AFP y permitió a las administradoras que colocarán hasta un 80 % de nuestros ahorros en bolsas financieras internacionales contaminadas por la crisis mundial.
4. El modelo de AFP, incluso sin crisis financiera mundial, castiga a la mayoría de los cotizantes con pensiones de miseria. Los trabajadores obligados a cotizar mensualmente en una AFP financian con sus impuestos –principalmente el IVA- , las pensiones mínimas garantizadas por el Estado y las que paga el INP. Si el sistema de AFP fuera beneficioso ¿Por qué las Fuerzas Armadas y Carabineros se mantienen en el antiguo sistema previsional gozando del vilipendeado “proteccionismo estatal”?
5. Los trabajadores chilenos exigimos la implementación de un nuevo sistema de previsión como un derecho social básico, y fundado en los principios de reparto (relación solidaria entre los trabajadores activos y los pasivos); cuyo financiamiento sea tripartito (aporte de los trabajadores, el Estado y los empleadores); universal; que proteja a toda persona que no puede recibir salario porque está enfermo, inválido o por razones de edad); y cuyo control y gestión esté en manos de los que han producido el ahorro previsional con su esfuerzo laboral: los trabajadores.
6. Las AFPs han sido hasta hoy un instrumento fraudulento para el robo legalizado de los ahorros de sus cotizantes. Demandamos que las AFPs se hagan cargo del daño económico causado al conjunto de los trabajadores chilenos, devolviendo nuestros ahorros perdidos y que, de una vez por todas, el gobierno asuma su responsabilidad política al respecto.
7. En lo inmediato, llamamos a todos los trabajadores cotizantes del país a cambiarse rápidamente al multifondo E, escala de menor riesgo e inferiores pérdidas del sistema de AFPs. Asimismo, reivindicamos que los ahorros previsionales de los chilenos se conviertan en propiedad social con respaldo estatal.
8. Finalmente, convocamos al conjunto de los trabajadores a organizarse y movilizarse contra el perjudicial mantenimiento del sistema de AFP, y hacerse parte de la construcción y exigencia de un nuevo modelo previsional centrado en el bienestar de los trabajadores y sus familias, y no en el lucro especulativo reinante. Asimismo, llamamos a los trabajadores organizados a exigir a sus sindicatos y gremios para tomar posiciones sobre el necesario fin del sistema de AFP. No serán otros, sino los propios trabajadores quienes tenemos en nuestras manos la oportunidad urgente de imponer un nuevo modelo que garantice una vejez digna y justa.
Dirigentes sindicales convocantes de la Confederación de Empresas Privadas (CEPCH), Confederación de Sindicatos Bancarios, Confederación de Trabajadores Metalúrgicos (Constramet), Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera (Fetracoma), Federación de Trabajadores de CIMM (Fenatracimm), Federación de Sindicatos Maipú-Cerrillos.