Un francotirador canadiense logró abatir a un soldado del ISIS en Irak desde 3,5 milómetros de distancia, haciendo lo que nunca antes un francotirador había hecho, alcanzar un objetivo desde una distancia tan grande.
El soldado canadiense, miembro de la unidad de élite Join Task Force 2 de las Fuerzas Armadas canadienses, habría logrado su hazaña en los últimos 30 días. Por razones de seguridad, el ejército no ha revelado ni el lugar ni el momento exacto en que ocurrió el hecho.
Según informaron las fuentes militares «El disparo en cuestión evitó un ataque de Daesh contra las fuerzas de seguridad iraquíes».
El disparo tardó 10 segundo en alcanzar su objetivo y fue verificado por una cámara independiente. «No se trata de una aproximación, es algo probado. Se ha verificado la distancia exacta desde la que se produjo el disparo», puntualiz puntualizó la fuente del ejército.
Un récord del cuál nadie debería enorgullecerse. Si la precisión sirve para matar a otra persona, en una guerra terrible que debiera acabar cuanto antes, bueno, qué queda para la belleza.