La emergencia de la figura del sociólogo Alberto Mayol en la agenda política constituye un importante, y por cierto deseado, cambio en este escenario. Su aparición en esta escena, que trasciende los medios y el limitado espacio de la clase política para ampliarse hacia los territorios y la ciudadanía organizada, ha comenzado a remecer también las clásicas y hoy deterioradas estructuras de los discursos instalados durante la transición. Mayol, en la búsqueda de nuevos horizontes y sentidos, ha iniciado una reivindicación de las ideas de la izquierda, las que sanan y extienden la hoy acotada, percutida y, por cierto, corrompida, visión de las clásicas socialdemocracias y variados socialismos.
¿Qué es el Frente Amplio?
El Frente Amplio (FA) es ante todo un proyecto de construcción de un espacio político que sea capaz de unificar las posturas antineoliberales a favor de la democratización de Chile a través de una Asamblea Constituyente, a favor de los derechos sociales, del fin de las AFP, la democratización y gratuidad de la educación, el fin de la discriminación… Todos estos elementos son la clave de una primera coalición que es capaz de diferenciarse radicalmente respecto a lo que es la derecha. En este sentido, el Frente Amplio es la superación histórica de visiones como la Concertación y la Nueva Mayoría. El FA nace exactamente en los lugares donde se produjo la explosión social correspondiente a las crisis del modelo. El FA e un espacio cuya construcción, cuyos límites son centrales, para la oportunidad de una transformación social en Chile en el futuro inmediato.
¿Qué perspectivas tiene?
Todavía está transitando. En todo caso hay un esfuerzo de masificación. Todavía hay muchos lugares en Chile en que no es suficientemente conocido el Frente Amplio. En ese sentido hay que estar claro que este es un desafío importante.
¿Qué diferencia tiene tu candidatura?
Lo que diferencia a nuestra candidatura en cualquier caso es un posicionamiento claramente a la izquierda, un esfuerzo importante por hacer transformaciones en el modelo económico. Nos caracterizamos también por darle bastante profundidad a las medidas y criterios de toma de decisiones de lo que queremos para Chile en lo inmediato y en el futuro. En ese sentido van nuestras propuestas como la reforma radical a los medios de comunicación en Chile, de una reforma radical a la estructura empresarial, una reforma radical con la generación de un fuerte pilar de propiedad social y con ello un cambio en las formas de endeudamiento y en el control de esa situación. En este sentido va también nuestra defensa absoluta al fin del sistema crediticio en la educación. Todos esos elementos nos dan un contenido particularmente sólido, particularmente marcado respecto a una posición de transformación relevante para Chile y una posición claramente a la izquierda, incluso al interior del FA.
¿Qué apoyo de masas tiene tu candidatura?
Los apoyos que hemos ido recibiendo son apoyos que están estructurados en ciertas luchas, en ciertas disputas que tienen relación con una sociedad organizada que están convencidos de dar el paso hacia la influencia en el escenario político. Creemos que esa es nuestra red de apoyo fundamental.
¿Qué rol juegan Jackson y Boric en el FA y en tu candidatura?
{destacado-1} Ha quedado en evidencia durante este último tiempo que Giorgio Jackson ha tenido una mayor presencia desde el punto de vista de haber amparado la candidatura de Beatriz Sánchez y en ese sentido creemos que en el FA figuras como Gabriel Boric deben tomar también una posición más preferente de forma de tener una mayor visibilidad. Porque son figuras que representan un espíritu que es diferente al de Giorgio Jackson, con unos matices relevantes a la hora de construir una visión sobre el futuro del FA. Ahora bien, creo yo que en general ha quedado bien en evidencia que ha sido un momento, este de las elecciones, donde el FA dejó de tener sólo dos puntos de referencia, no sólo en cuanto a candidaturas presidenciales (me refiero a Giorgio y Gabriel), sino porque además han tomado mucho protagonismo los movimientos sociales y políticos que están organizándose. Se ha logrado hacer una agenda interesante de sus temáticas. El FA está bastante enriquecido en este proceso y uno cuando viaja por los territorios ve la cantidad de acciones que se están emprendiendo en las distintas luchas de cada espacio. Por tanto, creemos que hoy el rol grueso del FA es el que se está llevando a cabo por parte de personas que están construyendo en los territorios un proyecto que intenta impugnar radicalmente el modo de vida cotidiano.
¿Será necesario un congreso en el FA para esclarecer posiciones? ¿Hay un déficit de democracia en el FA? ¿Cómo se resuelve?
No hay un déficit democrático en el FA. Eso no es así. Lo que ha habido son errores, que se han ido mejorando. Tiene que ver con las dinámicas y los tiempos y las dificultades que ha habido. En cualquier caso, no hay que perder de vista que el FA ha tenido algunos problemas, los cuales debemos ser capaces de resolverlos a la brevedad posible.
¿Cómo ves el escenario tras tu campaña en la eventualidad que gane Beatriz Sánchez?
{destacado-2} Un eventual triunfo de Beatriz Sánchez en las primarias es evidente que sería complejo para quienes hemos estado tratando de levantar una propuesta que se diferencia, que tiene distinciones claras respecto a la candidatura de Beatriz. Pero en cualquier caso creemos que lo que quedará claro, cualquiera sea el resultado, es que el FA no tiene un solo domicilio, sino tiene muchos. No tiene una sola mirada, sino muchas. Y que el FA es un escenario en disputa donde la palabra izquierda tiene un rol muy importante que cumplir y que de hecho sin ese rol el Frente Amplio se desnaturaliza en su totalidad. Por tanto, nosotros estamos preparados no solamente para ganar esta elección, sino para algo mucho más importante: para poder generar, junto a ese triunfo, una emergencia clara y contundente en Chile de las ideas de la izquierda.
¿A partir de esa eventualidad, cómo ves tus propias posiciones a futuro?
Tengo plena conciencia de las dificultades que entraña la siguiente elección. Tengo plena conciencia desde el día uno de que el trabajo que hemos realizado en el comando es un trabajo inteligente, bien hecho, estratégicamente impecable. Por tanto, si no cometemos grandes errores, si seguimos trabajando como lo hemos hecho, hay una probabilidad cierta de que lleguemos al 2 de julio y ganemos. Nosotros no tenemos Plan B, no tenemos pensado nada para después. Más aun, tengo la visión de que una derrota electoral es eso y por tanto lo que hay después es ponerse al servicio de quien te ganó en tu propia coalición. Así es que para nosotros este es un examen durísimo de todo o nada y queremos ser capaces de dar ese examen muy bien para poder efectivamente tener un triunfo importante el 2 de julio y poder tener continuidad y perseverar en las propuestas.
¿Qué identidad tiene el Frente Amplio? ¿Identidad de clase? ¿Cómo participan en el FA los trabajadores, el precariado, los pobres, la ruralidad, los pueblos originarios?
{destacado-3} El FA tiene distintas identidades todavía. Está en construcción, y esa construcción revela que hay lugares donde claramente hay una identidad de clase desde el punto de vista del obrerismo, de la visión proletaria, de aquellos que están desplazados, de aquellos que tienen dificultades pero tienen al mismo tiempo una organización. Esos electores, pero básicamente esas personas con sus trabajos, están vinculados a territorios donde el FA ha logrado sumarse a ciertas orgánicas previas. Pero básicamente la identidad del FA hoy tiene que ver con una disidencia, en la construcción de una disidencia más urbana donde pesan los esfuerzos, no del todo claros y contundentes, pero los esfuerzos de diferenciarse de las otras fuerzas políticas con una intensidad que es variable. El FA tiene partes de intensidades bajas y otras altas. En cuanto tal, consideramos que esa es la disputa principal a la que está sometido el FA.
¿Cómo se construye un programa? ¿Sobre las demandas sociales, los cambios globales, tecnológicos, económicos, geopolíticos?
En una primera etapa se construye con las demandas principales de la ciudadanía organizada y de la ciudadanía que todavía no ha logrado organizarse adecuadamente. Luego viene una etapa en la cual se articula esa demanda con las condiciones de posibilidad política, institucional, económica. Esos son elementos clave. Para eso, para quitar una mirada conservadora, hay que tener cierta claridad de la importancia que todos los procesos puedan tener una ingeniería y se puedan llevar a cabo. Por tanto no estamos pensando si esto se puede o no se puede. La pregunta es cómo se puede hacer mejor.
¿Cuáles son los puntos más importantes de tu programa?
Tenemos un programa ambicioso, donde a nuestro juicio la reforma a las estructuras de financiamiento y competencia de las regiones es una señal muy contundente a favor de la regionalización de Chile. Un aporte muy sustantivo va a ser también el modelo de utilización del sistema de pensiones en Chile y su conversión en un sistema financiero paralelo con el cual poder financiar a los sectores microempresariales, a las obras públicas y a todo ello con una rentabilidad razonable que permita tanto el funcionamiento de este fondo como también al mismo tiempo la satisfacción de las necesidades crediticias por parte de las personas. Tenemos también un programa fuerte en relaciones exteriores, en derechos sociales, reconocimiento de estos derechos, y además la articulación a partir de nuestra idea de construir una sociedad decente donde una línea divisoria marque con claridad las diferencias entre lo que debe permitirse y lo que no.
El derrumbe del modelo, la indignación, las movilizaciones, la abstención electoral, el repudio a la clase política. ¿A qué conduce este fenómeno? ¿Cuáles son sus causas y efectos sobre la sociedad chilena y cuál es la salida?
Nosotros hablamos de refundar Chile, lo que significa cambiar la educación, la salud, las pensiones, cambiar el código de aguas, el código minero, la ley de pesca. Significa entender claramente cómo producir mecanismos de desmercantilización. En ese sentido, la verdad es que el FA tiene que ser capaz de transitar a un camino más marcado, más sólido, que permite efectivamente que la impugnación que estamos logrando producir sea una impugnación que marque un antes y un después y que deje claro que es la ciudadanía la que debe tener el mayor poder en Chile y no ya las grandes corporaciones.
¿Cómo se transforma, reconstruye?
Se reconstruye fundamentalmente entendiendo que aquí hay cimientos hechos en cualquier modelo anterior que uno puede ocupar. El ahorro del sistema de pensiones nos parece central para poder construir un nuevo sistema financiero y por tanto creemos que aquí hay una oportunidad grande de ir haciendo organizada y planificadamente las transformaciones y con ello consolidar una posición en favor de los derechos sociales.
¿Qué requiere este proceso de cambio? ¿Puede hacerse sobre la actual institucionalidad?
Esta institucionalidad no es la que utilizamos, sin embargo es utilizable en variados aspectos. En general ha habido un escaso uso por parte de los grupos disidentes o una escasa capacidad para aprovechar las oportunidades que representa el Estado de derecho y las condiciones administrativas del funcionamiento del Estado. Creemos que aquí hay mucho por hacer. Si se aplicaran en Chile todos los tratados de derechos sociales y políticos, económicos, culturales o laborales, si simplemente se aplicaran Chile cambiaría radicalmente. Esto no requiere nada más que una mera aplicación. Por tanto, hay posibilidades de cambio incluso antes de los procesos constitucionales que estamos esperando, como es la asamblea constituyente.
¿Es necesaria la movilización social y las organizaciones para hacer transformaciones de gran envergadura?
{destacado-4} Los cambios profundos en la historia, y en Chile eso es particularmente intenso, se han producido por la movilización popular. En ese sentido un gobierno de transformación deriva de la movilización previa que se haya producido.
¿Por qué han fallado algunos de los recientes procesos de transformación e inclusión en Latinoamérica?
Los procesos progresistas, de inclusión social en América Latina, han tenido en algunos casos retrocesos importantes y eso deriva fundamentalmente de la falta de la capacidad de integración del continente entre sus miembros. Por tanto, creemos que ha habido un error en la forma en que estamos entendiendo a América Latina. Requiere una gran reforma de sus estrategias geopolíticas conjuntas, más bien requiere de tener estrategias geopolíticas conjuntas no solamente en el área de la defensa, de la visión militar o económica. No sólo en la dimensión política sino que también en elementos culturales. Hay elementos de construcción de focos de desarrollo científico conjuntos que permitan altos niveles de colaboración y una mejora mucho más radical, gracias a esa unión, de los procedimientos de innovación. Creemos que América Latina tiene una oportunidad grande, la derecha no tiene un proyecto para América latina, la izquierda ha tenido proyectos que merecen transformación, por lo cual hay que examinar los casos que tenemos. Creemos que allí hay una oportunidad muy grande pero también está el riesgo de perder gran parte de todo lo que se ha avanzado en su momento porque efectivamente no estamos siendo capaces de la articulación política necesaria para que América Latina cumpla un rol más decisivo en el concierto mundial. Eso es evidente para Chile, que no tiene un rol relevante en el mundo.
Primeros 100 días ¿Cuáles serían los temas prioritarios?
Hay que sacar a las AFP en los primeros 100 días. Comienza una compleja etapa de ir vendiendo la dimensión especulativa de los fondos. También hay que iniciar el proceso de convocatoria a la asamblea constituyente y hay que comenzar el proceso de reforma tributaria y el carácter estrictamente administrativo relacionado con el nuevo proceso de regionalización. En ese mismo periodo hay que avanzar muchísimo en las condiciones económicas que van a permitir un cambio en el modelo de desarrollo. En ese sentido hay que dar pasos sustantivos hacia una nueva estructura orgánica todavía sin todos los recursos requeridos, pero una estructura orgánica que sea capaz de sustentar estos nuevos procesos. También en estos 100 primeros días hay que dar señales claras respecto a la importancia de la decencia en el Chile del futuro y para eso hay un hito importante, que es la nacionalización de SQM en su totalidad, porque SQM ha traicionado el mínimo espíritu de comunidad en su origen, en su desarrollo, incluso en su último tiempo donde la empresa es capaz de continuar generando las vergonzosas conductas de todos estos últimos años. La idea es que estos recursos se inyecten en el nuevo espacio de propiedad social como un sistema financiero creado a partir de lo que antes eran los fondos de las AFP. Por tanto, esos primeros 100 días serán muy importantes para articular las medidas más relevantes para poder llegar a un cambio de modelo de sociedad.
*Entrevista publicada en la edición 213 de la revista El Ciudadano